Floro, decepcionado por el jueqo de Zamorano

Benito Floro, entrenador del Real Madrid, intentó dar ayer una imagen de tranquilidad y reflexión en las horas posteriores a la derrota sufrida por su equipo ante el Rayo Vallecano (2-0). Sin embargo, no logró ocultar su enfado por este nuevo tropiezo. Floro es contundente a la hora de afirmar que sus jugadores fallaron "ofensiva y defensivamente", y se muestra visiblemente preocupado por el desacierto rematador de sus delanteros. Mientras tanto, José Antonio Camacho, el técnico del Rayo, intenta controlar la euforia que ha desatado el triunfo de su equipo.

Los técnicos madridistas están especialmente preocupados por la falta de acierto en el remate de sus delanteros, aspecto muy repetido el domingo ante el Rayo. Por eso, se abrirá en los próximos días un periodo de reflexión al respecto. Incluso, pueden estudiarse algunas modificaciones. Floro se mostró muy contrariado por la imagen de su equipo en Vallecas. Así, reconoció que aunque sus jugadores trabajaron de forma encomiable, no fueron capaces de resolver las oportunidades que tuvieron. El técnico considera que la derrota se debe más a errores propios que a aciertos del Rayo. En ese sentido reconoció que los tantos del Rayo fueron producto de sendos fallos de Zamorano y Buyo.

Para el entrenador madridista el principal problema se encuentra en la delantera: Zamorano le ha defraudado y Butragueño le inquieta por su escaso acierto rematador. "Cuando no se meten goles, es que se juega mal. Tuvimos oportunidades, pero lo cierto es que no se supieron aprovechar", confesó.

Iván Zamorano, un jugador que Floro recomendó nada más llegar, es motivo de debate. En el club decepciona el escaso poder goleador del chileno en los 13 partidos de Liga disputados (7 tantos). El chileno llegó con aureola de goleador pero ni atraviesa un buen momento de forma, ni tiene de cara la inspiración. Los técnicos entienden que con Zamorano en racha, por ejemplo, se podría haber resuelto el partido ante el Rayo.

El bajo rendimiento de Butragueño será otro de los puntos de reflexión. Floro no oculta su predisposición para ayudarle, para que recupere su forma de siempre y el instinto goleador, pero pasan las jornadas y la mejoría no se percibe. Todo apunta a que en los próximos partidos podría contar más con el joven Alfonso -que apenas ha gozado de minutos- y con Luis Enrique -capaz no sólo de marcar goles, sino de crear ocasiones de peligro-.

La habitual reunión de análisis global que mantienen los lunes los técnicos del Madrid trató fundamentalmente de este asunto, aunque también del estado de los jugadores lesionados: Prosinecki, Hierro -la principal preocupación de los técnicos-, y Rocha. José Martínez Pirri, médico del club, afirmó que hasta el miércoles no se sabrá si podrán jugar ante, el Vitesse holandés, en la vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA.

De cualquier manera, el mensaje de Floro en las horas siguientes a la derrota sigue siendo el de siempre: "Sólo se han perdido dos puntos, lo que hay que hacer es pensar en el próximo partido", aunque al técnico no se le escapa que la misión de los aspirantes a la Liga es no perder estos dos puntos que en principio suman en su haber no en su contra.

El encuentro del domingo, en cambio, desató la euforia en el Rayo Vallecano, según informa José Miguélez. Sólo trató de controlarla su extrenador, José Antonio Camacho, consciente del riesgo que para su equipo podría tener a partir de ahora un exceso de confianza. "Nosotros, como doce o trece equipos, igual que somos capaces de ganar a cualquiera, podemos perder. Lo importante es seguir con el mismo trabajo".

"Aquí se juega al fútbol"

El encuentro dejó un poso agradable en el club rayista: romper su imagen de simple sorpresa. El equipo, al margen de su entrega constante en cada partido, mostró un puñado de buenos jugadores. "Esa imagen", explica Camacho, "se debe a que aquí se juega al fútbol. Cuando tenemos el balón jugamos y nos despreocupamos del contrario. Esa nuestra ley. Si sólo defendiéramos, nunca ganaríamos".

Los resultados favorables refuerzan la credibilidad del técnico entre los jugadores: "A mí me gusta entrenar como lo hacía de jugador. Cuando hablas de fútbol, los jugadores todo lo ven sencillo. Aquí se comenta todo y habla quien quiere. Así es fácil que te crean y trabajar".

Camacho no se siente culpable de lo que le pueda pasar al Madrid en el futuro: "Un campeonato se gana en campos domo éste, pero queda mucho. Tampoco depende de nosotros que el Madrid esté más arriba o más abajo".

Ni jugadores ni técnico tuvieron tiempo para saborear su triunfo. Ayer reanudaron el trabajo con vistas al encuentro de mañana en el que recibirán al Sporting de Gijón, en la Copa del Rey.