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El éxito del escándalo

Un locutor juega con la libertad de expresión en EE UU con insultos a negros y judíos

Un locutor de radio norteamericano que dedica su programa cada mañana a lanzar provocaciones contra los negros, los judíos, las mujeres y -los homosexuales acaba de ser castigado por la Comisión Federal de Comunicaciones con la mayor multa de la historia norteamericana contra la indecencia (unos 10 millones de pesetas, que pueden convertirse en 30 millones). Howard Stem, un hombre que se mofa de todo lo que los norteamericanos consideran como sagrado, está retando a las instituciones de uno de los países que goza de mayor libertad de expresión a aguantar sus salidas de tono hasta donde resistan las leyes.Sterri parece disfrutar escandalizando, y su estilo grosero y antisocial le ha convertido en el enemigo número uno de millones de personas, a la vez que en el locutor estelar de otros tantos millones que le siguen de costa a costa del país cada mañana. Es un cínico, con,una obsesión casi ,infantil por las bromas escatológicas. En una de sus entrevistas a las cantantes negras The Pointers Sisters, el escandaloso locutor les confesó: "Me gustaría que volviera la esclavitud para ser vuestro massa Howard". En otra ocasión mandó a uno de sus reporteros a que le preguntara a Jennifer Flowers, presunta amante de Bill Clinton, si el próximo presidente de EE UU había utilizado condón durante su relación con ella. La pregunta que lanzó contra Imelda Marcos, viuda'del ex presidente de Filipinas, fue mucho más comprometida: %Es usted de ese tipo de personas a las que cuando se les escapa un gas le echan la culpa al perroT'. -

El pasado mes, cuando su alter ego, la locutora negra Robin Quivers, le comentó la noticia de que a la actriz Audrey Hepburn le habían extirpado un tumor decolon, pidió comprarlo como recuerdo cinematográfico. Para Stern, de 38 años, no hay nada intocable, ni siquiera su propia persona: hace constantemente chistes sobre lo difícil que le ha sido relacionarse con mujeres debido al ridículo tamaño de sus genitales. Si entrevista a una actriz joven y guapa, intenta ruborizarla explicando cómo se masturba a su salud.

Hiperconservador

Stem es un judío que odia a los judíos, un adulto que no ha superado el trauma de ser un niño marginado que pasó de vivir en un barrio de negros a un barrio de blancos donde su religión nunca fue aceptada. Las contradicciones del locutor quizá se resumen en el hecho de que es un hiperconservador que sólo respeta de los liberales su defensa del derecho al aborto y la libertad de expresión (en plena campana electoral aconsejó a sus oyentes que si votaban por Bush se prepararan a mandar sus vaginas por correo a la Casa Blanca).La pólemica le ha convertido en noticia en el momento en que inaugura su programa de entrevistas en el canal de cable E, tras la cancelación de su talk show. Pagar la multa impuesta a Stern no va a ser un problema para la emisora de Los Ángeles KLSX ni para la radio neoyorquina "RK, que desde que le contrató, en 1985, ha pasado del puesto 21º al 1º en el ranking de audiencia. Pase lo que pase, el negocio está a salvo. Stern, que cobra 300.000 pesetas por cada minuto de publicidad en su programa, jamás ha atacado a sus anunciantes ni al director de la emisora neoyorquina, que hizo figurar una cláusula en su contrato en la que le prohibía nombrarle. Contratar publicidad parece ser la única vacuna conocida para librarse de sus ataques.

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