Días de paga
Algunos bancos abonan el paro por la tarde para evitar colapsos en sus sucursales
Este mes, los parados cobraron tres días más tarde, porque las ventanillas no abren los sábados y el lunes fue festivo. Con este retraso el martes, una sucursal del BBV recibía entre las 16.30 y las 19.30 a gente de todo tipo, que habían utilizado los más variados medios de transporte: metro, autobús, taxi, coche particular o, simplemente, a pie. Una pareja encuerada llegó a lomos de una moto Honda Gold Wing 1.500 que, nueva, cuesta más de dos millones de pesetas. El horario de tarde es poco usual; algunas entidades lo han establecido para evitar colapsos en sus sucursales.
Entre los días 10 y 15 de cada mes, más de un millón de parados se dirigen al banco o la caja de ahorros que previamente les ha indicado el Inem; a cobrar su subsidio. Los 1,5 billones que la Seguridad Social gastará este año en el desempleo se canalizan a través de las entidades financieras, que reciben en sus oficinas una clientela atípica y, a veces, especial.Cumplir esta función requiere un esfuerzo de las entidades que ha provocado que el BBV, por ejemplo, abra por la tarde algunas sucursales "para que no se colapsen las oficinas y mejorar la atención del servicio", explica un representante de la entidad. Este banco abona el paro por la tarde en 24 sucursales de la la comunidad de Madrid, y en algunas de ellas, por estricto orden alfabético. Cajamadrid y el Banco Popular incluso han pedido al Inem que abone el paro en la cuenta de cada parado, según fuentes de estas entidades. Con ello se evitarían, dicen, situaciones desagradables que, muchas veces, acaban por provocar en los parados "complejo de clientes de segunda categoría", como explican muchos afectados.
Un portavoz del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social explica que no se puede pagar a través de transferencia bancaria "porque un parado puede cambiar su situación laboral, al contrario que un pensionista, que lo seguirá siendo hasta que fallezca", señala.
Criterios de reparto
La inmensa mayoría de los bancos y cajas de ahorros no disponen del número total de parados que cobran a través de sus oficinas, pero una sucursal suele atender un primer día de pago entre 200 y 400 trabajadores, aunque "el Inem nos ha llegado a mandar 800 parados a una sóla oficina y eso causa molestias a todo el mundo", explica el portavoz de una entidad. El Banco Popular suele entregar el importe del paro a unos 15.000 parados mensualmente a nivel nacional.Ni el Inem ni el Ministerio de Trabajo explican con qué criterios se adjudica este servicio. Un servicio que tampoco se puede cobrar en todas las sucursales de una misma entidad.
El deseo de todos los bancos y cajas de ahorros consultadas es el de atender lo mejor posible a todos los clientes, sean los habituales de toda la vida o los obligados por el azar del Inem. "Bastante desgracia tienen ya con no tener empleo como para que, encima, los tratemos mal", señalan en una entidad financiera.
Israel Gutiérrez, soldador industrial de 21 años y parado desde febrero, no opina igual y recuerda el día que hizo tres horas de cola en plena calle para cobrar en una oficina del Central-Hispano. Los directivos del banco manifestaron desconocer estas anomalías y aseguraron que tomarán medidas para evitarlas.
Pero no sólo hay que sufrir largas esperas. Las buenas intenciones de los bancos no han podido evitar que en ellas afloren las tensiones y los malos humores de los parados. Teresa, una joven que recibía el subsidio por última vez este mes, admite que la cola del paro "huele mal" y se queja de que los empleados de los bancos los tratan "fatal". "Hay auténtica discriminación y racismo hacia los parados", acusa tajante. El director de una sucursal de Cajamadrid no lo niega: "A las entidades financieras se trasladan los comportamientos sociales; y, si estamos en una sociedad racista, algunos empleados del banco, por desgracia, también tienen comportamientos racistas". "No me extraña que se quejen; yo conozco cosas que se hacen en el sector que justifican esta queja", añade.
Otros desempleados, por el contrario, no tienen queja de los bancos. Como dice María Garrote, parada de 35 años con cuatro hijos, "si quieres que te traten bien, trata bien tú".
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