Pujol quiere eludir conflictos en el congreso de Covergéncia

El presidente de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC) y de la Generalitat, Jordi Pujol, quiere evitar que el IX congreso de su partido, que se celebra este fin de semana en Barcelona, debata los asuntos que tienen en vilo a militantes y dirigentes. Pujol pretende que sólo afloren cuestiones en las que no hay diferencias, como la financiación autonómica o el papel de Cataluña en Europa, y se dejen los temas conflictivos para un debate posterior.Así quedarían aplazadas las tres cuestiones clave: el grado de participación de los nacionalistas en la política española, las relaciones con sus aliados democristianos y la composición de la cúpula de CDC al quedar vacante la secretaría general.

Pujol ha reiterado esta semana que no es el momento de plantear la hipotética participación de Convergencia i Unió (CiU) en el Gobierno central tras las próximas elecciones legislativas. Acompañó estas consideraciones con un llamamiento al debate político interno, que reconoció que hasta ahora ha sido escaso en CDC.

Pujol admitió, sin embargo, que "pueden surgir problemas internos" cuando el partido discuta la posibilidad de integrarse en el Gobierno central. Señaló que existe tanto la posibilidad de participar en el Gobierno como la de mantenerse en una oposición dura o la de adoptar posturas intermedias, como la actual, de pactos concretos. Pero sentenció que todas esas posibilidades se discutirán "en su momento", que, según afirmó no es ahora, pues ni siquiera se han convocado las elecciones legislativas y, desde luego, no se sabe quién las ganará ni qué equilibrios políticos surgirán de ellas.

Ésta es la parte más relevante de la posición de Pujol ante el congreso, pues existe el convencimiento, fuera y dentro de Convergéncia, de que este asunto está en el trasfondo de sus diferencias con el número dos del partido, Miquel Roca, y de las de éste con Unió Democrática, el segundo partido, de la coalición nacionalista.