Reacción forzada
La Bolsa española se ha otorgado un pequeño respiro en medio de un ambiente confuso que plantea numerosos interrogantes sobre el alcance de la reacción. Papel y dinero tuvieron sus más y sus menos a lo largo de toda la sesión ante la ausencia de referencias concretas, lo que dejó abierto el resultado de la jornada hasta última hora o, al menos, hasta que Wall Street abriera sus puertas. En cualquier caso, esta vez los esfuerzos para mantener precios han sido mucho menores y hasta se produjeron movimientos a muy corto plazo ante la ausencia de una orientación definida. El volumen negociado, en torno a los 10.000 millones de pesetas, es otra muestra de indefinición de un mercado que se sabe en el ojo del huracán y cuya capacidad de respuesta está limitada a lo que suceda en otras plazas. La relativa tranquilidad de esta sesión se rompió en los minutos finales, en los que los cuidadores no pudieron resistir la tentación de aprovechar la ausencia de posiciones vendedoras para mejorar sustancialmente los precios, en una actuación que deja algunas cotizaciones en un nivel un tanto ficticio. El avance, al cierre es del 2,04%, 3,67 puntos, para el índice madrileño, subida que sólo comparable con la de Londres, un mercado que se ha ganado la reacción técnica a pulso. El Ibex 35 se anota una ganancia del 2,59%.
