Los sindicatos italianos convocan huelga general de cuatro horas el 13 de octubre

Las tres principales centrales sindicales italianas -CGIL, CSIL y UIL- hicieron ayer un llamamiento conjunto a una huelga general de cuatro horas para el 13 de octubre en contra de los austeros presupuestos del Estado para 1993 aprobados por el Gobierno.

Esta protesta representa un serio desafío al Gabinete presidido por el socialista Giuliano Amato dada la difícil situación de la lira, que, en sólo una semana, ha perdido un 25% del valor que tenía frente al marco alemán.La incertidumbre que pesa sobre la aprobación parlamentaria de la Ley de Presupuestos fue precisamente uno de los datos que ayer se manejaban en la bolsa de Milan para explicar las presiones extremas que la lira volvió a vivir durante la jornada. Bruno Trentin, secretario de la CGIL, el sindicato de mayoría tradicional comunista, descartó, sin embargo, ese argumento cuando salía de la cumbre sindical en la que se aprobó la huelga general.

Trentin, que ha sido el principal propulsor de la escalada de la protesta hasta esta modalidad extrema, expresó, además, su convicción de que la huelga general se repetirá si el Gobierno no aproxima sus planes a los de los sindicatos después del 13 de octubre.

El secretario de la CGIL y sus colegas de la CISL, Sergio D'Antoni, y UIL, Antonio Larizza, acordaron ayer una plataforma alternativa a la del Gobierno, sobre la base del plan que el sindicato de Trentin había aprobado ya hace una semana. Algunas de las propuestas más radicales contenidas en aquel documento, como la exacción de un crédito forzoso al Estado sobre la totalidad de las cuentas corrientes y de ahorro -que había potenciado el temor de los italianos que la semana pasada corrieron a retirar sus depósitos- han desaparecido del plan conjunto. Pero éste mantiene el espíritu general de reducir el déficit sobre todo mediante el aumento de ingresos fiscales, y prevé un fuerte impuesto mínimo para los autónomos, así como el aumento de las contribuciones a la seguridad social por parte de éstos.

Trentin manifestó que la protesta no tiene más carácter político que el de presionar sobre el Gobierno y el Parlamento, que ayer esbozó un plan por el que el debate presupuestario podría concluir para el 20 de noviembre.

Los llamados a la huelga el 13 de octubre son los trabajadores que no están sujetos a la obligación de comunicar sus paros con una antelación de 15 días.