El Gobierno suspende el envío de tropas a Bosnia

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, declaró ayer en la Exposición Universal de Sevilla que las tropas españolas no serán enviadas a Bosnia-Herzegovina hasta que el Gobierno español "tenga la certeza" de que el riesgo para los soldados no superará "lo razonable". "Lo más importante es la seguridad de los soldados que se desplacen a Bosnia", señaló el titular de Defensa, que representaba al Gobierno español en el día de honor de Arabia Saudí en la Expo.

García Vargas explicó las razones de este aplazamiento: "Hemos pedido a la ONU las medidas oportunas para que la seguridad de los soldados españoles sea la máxima posible, y también para que su estancia en Bosnia tenga un plazo limitado". La salida del contingente de paz estaba prevista para primeros de octubre.El ministro añadió que ahora mismo un grupo de militares españoles inspecciona en el que fuera territorio yugoslavo la zona a la que tendrán que acudir los soldados, unos 400 legionarios que prosiguen sus ejercicios de adiestramiento en Almería. Según García Vargas, el Gobierno español tomará una decisión cuando reciba el informe de los militares destacados y cuando' obtenga una respuesta de la ONU sobre el límite de tiempo de la misión.

García Vargas se mostró esquivo y no quiso adelantar ni fechas ni cuál va a ser la decisión final. "Esta misión no es de las habituales de las Naciones Unidas", añadió el ministro, "las reglas de enfrentamiento no son las mismas, ya que esta vez incluyen que los soldados, además de defenderse, pueden atacar a quien les impida actuar".

"Además", concluyó, "tampoco la financiación es la habitual porque los gastos corren a cargo de los países que decidan participar". En este sentido, García Vargas dijo: "Antes contábamos con un número elevado de países europeos y miembros de la OTAN dispuestos a prestar su ayuda. Pero ahora sólo cuatro -Francia, Reino Unido, Canadá y España- están ofreciendo realmente efectivos para ir a Bosnia-Herzegovina. Otros, como Italia y Turquía, se han excluido por conflictos internos". Bélgica, Holanda, Dinamarca y Portugal también se han retirado de la misión.

Aparte del coste de la operación, los primeros datos enviados por los tres oficiales de alta graduación que estudian sobre el terreno las operaciones a realizar por el batallón español parecen haber sido el desencadenante del aplazamiento de la operación acordado por el Gobierno. Ahora falta conocer el informe definitivo y la respuesta de la ONU antes de tomar la decisión final.

Los expertos salieron rumbo a Zagreb el pasado 17 de septiembre. La misión está integrada por el general Martínez Coll, jefe de operaciones del Ejército de Tierra, el coronel Francisco Javier Zorzo, jefe de la Agrupación de Almería, y el teniente coronel Massip. Este último, antes de emprender vuelo hacia suelo yugoslavo, había mantenido contactos en Nueva York con los responsables de esta operación de paz auspiciada por Naciones Unidas.

Información al Rey

El envío de soldados españoles para proteger convoyes humanitarios en Bosnia-Herzegovina fue confirmado por el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, y el titular de Defensa, Julián García Vargas, el pasado 21 de agosto. Tres días después, el Rey recibió información detallada de la operación en una entrevista que mantuvo con el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra.

El número de soldados nunca fue precisado, aunque siempre se ha hablado de un contingente de cerca de 400, integrado por más de 300 legionarios y unidades de apoyo logístico de la Brigada Paracaidista. El pasado 15 de septiembre, en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, el ministro Solana dio a entender que la participación española en la Fuerza de Naciones Unidas (FORPRONU) para Bosnia-Herzegovina podría incrementarse para intentar llenar el hueco de los cascos azules italianos, pero al final su envío fue supendido.

Los contingentes de legionarios, procedentes de los cuatro Tercios (Ceuta, Melilla, Fuerteventura y Málaga), comenzaron a agruparse en Almería el pasado 11 de septiembre. Allí, en el campamento militar de Sotomayor, han realizado maniobras de adiestramiento, preparándose tanto para repeler ataques a convoyes como para reconstruir carreteras destruidas por los obuses de artillería.

Estas tropas, según informa Tereixa Constenla desde Almería, seguían ayer su plan habitual de entrenamiento, ajenas a la suspensión de su salida hacia Bosnia decidida por el Gobierno. En el campamento militar Álvarez de Sotomayor (Almería), la hora del toque de diana no ha sido alterada por la llegada de los legionarios.

Entre esa primera corneta, que despierta a la base a las siete, y la que anuncia el fin de la jornada, los 400 soldados que forman la Agrupación Málaga acumulan cada día que pasa nuevas horas de preparación intensiva de cara a perfilar al máximo las actuaciones del batallón español sobre suelo yugoslavo.