_
_
_
_
Reportaje:

Mirza Delibasic, un hombre destruido

El baloncestista quiere volver a España y denunciar el drama que vive Sarajevo

Alfonso Armada

Los que fueron sus amigos no le reconocen. Está muy delgado, como todo el mundo en Sarajevo, y sus ojos azules miran apagados. Un gran peso le lastra los hombros, la voz, el ánimo. Mirza Delibasic, una antigua estrella del baloncesto, triunfador en lo que un día fue Yugoslavia y en España con los colores del Real Madrid, es la estampa de un hombre destruido. "Me siento como si tuviera, 700 años", confiesa.Respira, fuerte, no mira a los ojos, fuma un cigarrillo tras otro. Mirza Delibasic, con 39 anos, parece querer huir de sí mismo. Sufrió una embolia cerebral hace casi diez años. Poco antes de que comenzara el sitio de Sarajevo le sobrevino un amago. Delibasic es un hombre que. duda, angustiado entre el deber de quedarse o la oportunidad de volver a España, invitado por los amigos que dejó allí, como Brabender o Corbalán.

"Es muy triste lo que está pasando. Yo quisiera hacer algo, pero no tengo idea, no sé cómo hacerlo". Para él, que vive en la pensión Monic con su segunda esposa, serbia, y Danko, su hijo de cinco años, "lo peor de estos cinco meses es saber que muchos amigos están ahora en las colinas disparando contra sus antiguos compañeros, destruyendo la ciudad que construimos juntos",' dice el jugador. "Que tu vecino, que tu amigo esté ahí disparando contra nosotros es algo que, no se puede comprender. Si estuviera bien, yo también iría a combatir a primera línea, como muchos amigos míos, muchos jugadores. Pero creo que en mi estado puedo hacer mucho más por la causa de Bosnia fuera de Sarajevo que aquí".

Habla muy despacio, con una. mueca en la boca, como una sombra. "No sé ni qué pensar. Estamos aquí sobreviviendo. Hace tres o cuatro días cayeron 15 bombas aquí. En un momento pensé en salir a la calle y hacer no sé qué. No sabes qué pensar. Uno se siente vacío. No tengo miedo de. esas bombas. Yo soy una persona fuerte pero si yo me siento así de vacío puedo saber cómo se sienten los demás. Pero hay que aguantar, hay que salir adelante, aunque ahora mismo sea muy difícil".

Delibasic se declara bosnio, hijo de padres musulmanes. "Cuando existía Yugoslavia, me sentía yugoslavo. Cuando la guerra estalló empecé a sentirme bosnio". Su primera mujer también era serbia, y con ella tuvo un hijo hace 13 años. Ellos viven en Belgrado. Su hermano se casé con una croata. "Aquí no hay ninguna familia étnicamente pura. Todos estamos mezclados".

Conserva muy buenos recuerdos de España. "Me han llamado Brabender y Corbalán y metan ofrecido irme a vivir allí. He pensado mucho en ello. No ha sido una decisión fácil, pero creo que puedo hacer mucho más por Sarajevo desde España". No cree que le resulte muy dificil abandonar la ciudad sitiada, y espera poder hacerlo antes de que acabe septiembre.

"Quisiera salir de aquí e ir por ahí y decirle a la gente qué está pasando. Esto no es una guerra étnica. Sé que me pueden escuchar. No soy un político, soy un hombre sincero que no sabe mentir".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_