El padre del Rey reanuda sus vacaciones tras recibir el alta médica en Pamplona
Don Juan de Borbón abandonó a media mafiana de ayer la Clínica Universitaria de Navarra, donde ingresó el viernes pasado de forma urgente a causa de un absceso cutáneo en el cuello. Según fuentes del hospital, el equipo médico le practicó pruebas analíticas y radiológicas, le recomendó tratamiento farmacológico y le dio el alta. El padre del Rey reanudó ayer mismo sus vacaciones en Málaga.
Las citadas fuentes no quisieron revelar el resultado de estas pruebas, pero destacaron que el estado general de don Juan es "excelente". El padre del Rey inició la jornada de ayer con la asistencia a una misa en el oratorio de la clínica acompañado de su hija, la infanta Pilar de Borbón, duquesa de Badajoz, y posteriormente ambos abandonaron este centro junto al capitán de navío Teodoro Deleste, asesor personal de don Juan. El conde de Barcelona fue despedido en el vestíbulo de la clínica por el director general del centro, Francisco Errasti, y los directores de los departamentos de otorrinolaringología, neurología y endocrinología.En la puerta de la clínica esperaba un coche particular, que le condujo al aeropuerto de Pamplona, y a las doce de la mañana el conde de Barcelona partió en un avión del Ejército del Aire en dirección a Málaga, para embarcar en el yate Giralda. Don Juan de Borbón fue sometido en la Clínica Universitaria, el 1 de febrero de 1988, a una intervención quirúrgica, en la que se le extirpó la laringe, y posteriormente volvió a Pamplona en varias ocasiones para que se le hicieran las oportunas revisiones, la última de ellas entre el 17 y el 25 de julio de este año.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.