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Thierry Marie se impuso al sprint

ToursMiguel Induráin ha convertido las etapas contrarreloj en vitamínico abono para el morbo. En la que hoy se disputa entre Tours y Blois (64 kilómetros) no se pone a prueba su capacidad de victoria, sino más bien su afán depredador. El atractivo es sólo uno: si doblará o no a Claudio Chiappucci. A semejante detalle para la enjundia ha reducido el líder del Banesto lo que queda de Tour. Al margen de atractivos circenses, la contrarreloj ordenará definitivamente el podio. Gianni Bugno, Pascal Lino, Pedro Delgado y Andrew Hampsten, por orden de posibilidades, aspiran al tercer puesto.

Thierry Marie (Castorama), el especialista de las etapas prólogo, ganó en Tours el segundo sprint de la carrera francesa. Sólo dos llegadas masivas en 18 días de carrera es poco margen para los obreros cualificados de la velocidad y el esfuerzo explosivo. Ha sido preciso el alto el fuego decretado por Induráin para que el pelotón se regalara una jornada de asueto y una llegada apretada.Mejor para Marie, un hombre que desde Bruselas corre con una costilla rota. No es ése su único pesar: el ciclismo moderno parece despreciar a los especialistas, ya sean escaladores o luchadores contra el cronómetro. Deportistas omnívoros y ubicuos como Induráin marcan el paso.

La jornada pagó su condición de víspera de la contrarreloj, la última etapa con cierta emoción en lo que queda de Tour. Ritmo festivo al principio, la escapada de rigor, la neutralización final y todos a una en la meta. No hubo más. Induráin acude ya a las etapas con la sensación del deber cumplido y sin ninguna tensión. Lleva la corona de ganador y nadie le tose. Ayer, por ejemplo, se tomó su cafecito en la salida, dedicó una sonrisa a media docena de fotógrafos y, para justificar la paga, se atizó cinco horas de carrera. Así de sencillo. Así de fácil.

El resto del pelotón agota la carrera como puede. Unos, con la mirada en el calendario y la pomada en las piernas, doloridas de tanto trote. Otros, con la cabeza en las clasificaciones. Jalabert y Museeuw mantienen su enconado duelo por el jersey verde. Ayer sumó más puntos el belga, más atento que el francés en la llegada.

Echávarri: "Vamos a ganar, no a humillar"

Sandro Quintarelli, adjunto de Davide Boifava en la dirección deportiva del Carrera, dio un recital de optimismo: "No nos preocupa que Induráin doble a Claudio. Incluso hemos pensado que podría ser mejor, ya que si lo sigue a distancia, podría hacer mejor tiempo". "No espero milagros. Sé que no tengo nada que hacer. Ahora, lo único que deseo es ir a Benidorm y ganar el Mundial en casa de Induráin. Será una satisfacción", comentó el líder del Carrera. Chiappucci recuerda la cronometrada de Milán. Era la última etapa del Giro e Induráin se sobró: 3.02 minutos de retraso marcó el italiano pese a salir tres minutos antes del español. En Luxemburgo fue tremendo: Chiappucci no fue doblado, porque salió después de Induráin, pero perdió 5.26 minutos."Mentalmente, Chiappucci puede acusar lo del Giro, pero nuestra idea de la contrarreloj no es salir a doblarle, sino a mantener las diferencias. Vamos a ganar, no a humillar", comentó José Miguel Echávarri, director deportivo del Banesto. Induráin también evitó cualquier fanfarronada: "Las fuerzas comienzan a fallar y no creo que las diferencias sean grandes. No queda energía para ridiculizar a nadie. Además, no es nuestro estilo".

Eusebio Unzué compartió la precaución generalizada del Banesto: "Los 1.42 minutos que Miguel posee sobre Chiappucci son nuestra referencia. Lo demás no es necesario. No nos van a dar un Tour y medio por sacar cuatro minutos en lugar de dos. Es demasiado importante lo que hay en juego como para hacer el loco. A ver si por hacer el tonto Miguel va a reventar a 20 kilómetros de la meta... Si alcanza a Chiappucci y se encuentra fuerte, pues adelante, pero no vamos a correr riesgos innecesarios. No es preciso demostrar ya quién es el mejor". Unzué consideró el trazado de la contrarreloj de hoy más asequible para su pupilo que el de la de Luxemburgo: "Para Miguel no hay trazado malo si está en forma, pero este quizá sea algo mejor para sus cualidades. Es un poco más suave, aunque tiene dos o tres repechos".

Delgado

El adjunto de Echávarri consideró casi nulas las posibilidades de podio de Pedro Delgado. En la anterior contrarreloj tuvo un rendimiento excelente: fue décimo a 4.52 de Induráin. Sin embargo, por delante de él estuvieron Lino (sexto, a 4.06) y Bugno (tercero, a 3.41). Tan sólo Hampsten fue, de los tres que hoy entran en liza, peor que el segoviano (56 a 8.29). "Pedro no tiene casi ninguna posibilidad, lo intentaremos", añadió Unzué.

Induráin lo tiene muy claro: "Mi intención es controlar a Chiappucci. Si gano, mejor, pero lo más importante es no fallar y cantar victoria de una vez por todas".

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