Los dueños de Torras eliminan una "revalorización" que permitió un beneficio de 27.223 millones en 1990
Los nuevos administradores del grupo Torras, la sociedad holding de las inversiones de KIO en España, han decidido aplicar una metodología contable más ortodoxa para conocer con la mayor fiabilidad posible la situación económica y financiera de sus negocios en nuestro país. El primer efecto de esta "nueva política contable" que están aplicando los auditores de Coopers and Lybrand ha sido la eliminación de un asiento de revalorización contabilizado en el ejercicio 1990 de la participación de Ebro Agrícolas y que permitió anotar unos beneficios extra de 27.868 millones de pesetas en el citado ejercicio.
Durante los últimos tres años, los resultados extraordinarios obtenidos con este tipo de operaciones y otras similares que han llamado la atención a los auditores han permitido contabilizar como beneficios extras 76.076 millones de pesetas.De no haberse efectuado la revalorización de Ebro, las pérdidas del grupo Torras que se han detectado por primera vez en 1991 (29.395 millones) habrían surgido ya un año antes. Así, en el ejercicio de 1990 sin esta operación de Ebro en lugar de un beneficio de 3.963 millones de pesetas se habrían registrado unas pérdidas superiores a los 23.000 millones.
La polémica operación de Ebro ya fue detectada por la auditoría de Coopers and Lybrand de 1990, en la que los analistas manifestaron claramente su opinión contraria a la revalorización efectuada. Para los anteriores administradores, la fusión de Ebro con otras sociedades del sector para constituir Ebro Agrícolas consistió [desde una perspectiva de realidad económica] en la venta de la participación del 51% que se dio como pago para la compra del 40% de la nueva sociedad. Ello proporcionó un beneficio de 27.868 millones de pesetas e incrementó la inversión en esta misma cantidad.
Esta revalorización de su participación en Ebro fue efectuada por un experto independiente quien consideró el valor que tendría la misma en una transacción en la que se transmitiera un paquete de control. Los auditores rechazaron este método y señalaron explícitamente que debería haberse mantenido el valor contable de la participación líquida.
Nuevas inversiones
Los nuevos administradores del grupo Torras han decidido que para las nuevas inversiones el valor contable neto no podrá superar a partir de 1991 el valor patrimonial en libros de la sociedad participada o el valor de cotización, si está en Bolsa, o, en cualquier caso, el menor de ambos.El nuevo consejo de Torras está integrado por Alí Rashaid Al-Bader (presidente); Mahmoud Al-Nouri (vicepresidente), y consejeros Ahmad Al-Radhwan, Abdulwahab A. Al-Haroon, Adnan A. Al-Bahar, Farouq Al-Sultan, Hisam Razzuqi, David R. Bets, y los españoles Luis Vañó Martínez y Manuel Guasch Molins. Este último es el único que figuraba en el anterior consejo que estaba presidido por Sheik Fahad Mohammed Al-Sabah; y figuraban como consejeros Fouad Khaled Jaffar, otros dos miembros de la familia Al-Sabah, y Bruce Amager Dawson (vicepresidente) y Javier de la Rosa (también vicepresidente), junto a cuatro personas de su confianza. En 1989 se realizó una operación similar que también produjo una revalorizacion voluntaria de 22.053 millones de pesetas. El beneficio extra se hizo con ocasión de la fusión por absorción de Papelera del Mediterráneo SA por Grupo Torras SA. Tras la fusión, se aportaron los activos de la actividad papelera a la filial Torras Papel. Estos activos se revalorización voluntariamente en 22.053 millones y se contabilizaron como reservas. Después, al producirse la segregación de activos la sociedad traspasó este saldo de reservas a resultados.
Beneficios atípicos
Una tercera operación permitió contabilizar unos beneficios extra de 26.799 millones de pesetas (que se detallan en información adjunta) y que ha consistido en la compra de unos pagarés que habían sido emitidos por su filial Torras Osten London Limited a la sociedad dominante de grupo Torras, Koolmees Holdings, por un valor nominal de 35.900 millones de pesetas por un precio de 1.900 millones de pesetas. Estos pagarés fueron compensados en su mayor parte "o se compensarán próximamente" con cuentas a pagar del grupo Torras SA a sus sociedades dependientes.En relación con los beneficios extraordinarios de 1991 sorprende su elevado peso en tanto en las empresas del grupo como en las empresas asociadas. En las denominadas empresas de grupo, es decir las cuatro en las que el grupo participa con más del 50% (Torras Papel, Amaya, Industrias Burés y Torras Hostench London obtuvo unos beneficios de 940 millones de pesetas incluyendo unos resultados extraordinarios de 9.552 millones de pesetas.
En Torras Papel el beneficio fue de 1.830 millones de pesetas y los beneficios extraordinarios de 3.976 millones. Industrias Burés una empresa textil que en 1990 facturó más de 6.000 millones de pesetas cosechó unas pérdidas de 3.551 millones de pesetas.
Entre las empresas asociadas hay que destacar los resultados calificados de extraordinarios en Ercros con un total de 7.581 millones de pesetas, Ebro Agrícolas con un total de 2.268 millones de pesetas y la sociedad Prima Inmobiliaria con un total de 8.995 millones de pesetas.
Por lo que se refiere a Torras Papel, los sindicatos han reiterado que tal y como han comunicado algunos directivos de la empresa en los próximos días pueden producirse algunas dificultades en el suministro de papel. Este es debido a las tensiones de tesorería que sufre el grupo y cuya solución depende de una nueva aportación de fondos por parte de KIO.
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