Fin de la tradición
Los equipos que deberían haberse repartido la tradición holandesa en las contrarreloj colectivas no han hecho honor a sus ancestros. El Buckler y el PDM sólo han conseguido una victoria en el último trienio. Claro que ha sido un triunfo especial: el Gran Premio de la Liberación, auténtico master de la especialidad que se disputa anualmente en Holanda -dónde si no-, con distancias superiores a los 80 kilómetros. En ambas ocasiones el ONCE ocupó la segunda plaza. El antaño temido Panasonic se queda en dos, una de ellas en el Tour pasado.El equipo de Induráin puede, sin embargo, presumir de un triunfo. El único en su historia. Fue en la pasada Vuelta a Burgos, donde un conjunto muy joven, similar al que tomó parte en la última Vuelta, arregló sus cuentas con el Gatorade.
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