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Inocente entre rejas

Un marroquí ha pasado un año en prisión, acusado de un crimen que no cometió

CHÁRO NOGUEIRAVino a por fruta y acabó entre rejas. El marroquí Mohamed El Mansouri, jornalero, ha pasado un año en prisión por un crimen que no cometió. Ahora pide "justicia y dignidad" y, a ser posible, la indemnización del Ministerio de Justicia, que difícilmente paliará los daños sufridos: no ve a su familia desde hace casi dos años, su mujer ha pedido el divorcio y él, que emigró para sacar adelante a sus ocho hijos, no encuentra trabajo. "Mi vida se ha destrozado", afirma este hombre de 52 años.

El puesto de fruta no daba para sacar la familia adelante en Beni Mellal -centro de Marruecos- El Mansouri lo dejó y, en agosto de 1990, cruzó el Estrecho: se vino a España, como otros muchos vecinos de su localidad. El día 15 de aquel mes empezó a trabajar en unas fincas de Alguaire (Lérida). Recolectaba manzanas con otros dos compañeros marroquíes y un egipcio llamado Jalid.Cuando terminaron la faena, el 28 de septiembre, el patrón les dió una fiesta. "Yo soy musulmán y no bebí", recuerda El Mansouri. Los otros tres lo hicieron abundantemente y uno de los marroquíes, Aziz, pegó a Jalid. "El egipcio prometió vengarse", asegura El Mansouri en árabe. Aún desconoce el español. El presidente de la Unión de Emigrantes en España, Serrouj Abdellah, sirve de intérprete.

El Mansouri permaneció unos días en Lérida antes de viajar a El Egido (Almería) para seguir trabajando en la recolección. El 27 de noviembre, la policía lo detuvo como sospechoso de asesinato. Un cadáver orientado a La Meca había aparecido, el 3 de octubre, en un descampado a las afueras de Zaragoza. Era el cuerpo de Aziz, su ex compañero en Lérida. Tenía la cabeza quemada. Según el forense, la muerte violenta pudo producirse tres o_cuatro días antes.

Un jersey amarillo

La suerte estaba echada: quince días en la cárcel de Almería y casi un. año en la de Zaragoza. Al fin llegó el juicio. La vista oral se celebró el 17 de octubre de 1991. El fiscal pidió 20 años de prisión "por un delito de robo con muerte dolosa". Tres eran los indicios de culpabilidad contra El Mansouri: las remesas de dinero a su familia, superiores a los ingresos; el hallazgo de un jersey amarillo cerca del cadáver y la lesión junto a un ojo.

Pero el exceso de dinero se explicaba con los fondos que El, Mansouri había traído para poder entrar en España. No se pudo determinar que el jersey fuera suyo: al parecer era de los patronos y lo podía usar cualquier trabajador de, la finca leridana. "La existencia de una pequeña lesión junto al ojo tampoco tiene fuerza bastante para achacarle la autoría del hecho", determinaron los magistrados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. El 30 de octubre, el tribunal formado por los jueces Javier Casamayor, Manuel Rodríguez de Vicente-Tutor y Julio Arenere sentenció: "Absolvemos a Mohamed El Mansouri". No había elementos suficientes para destruir la presunción de inocencia.

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Ese día llegó la libertad, pero no acabó el desconcierto. El ex preso piensa pedir indemnización al Estado. "En la cárcel me trataron muy bien y estoy muy agradecido", dice con añoranza. Entonces, al menos comía a diario y tenía un techo, no como ahora. La peripecia le ha dejado marcado: cree que todos ven enél a un asesino y que por eso no encuentra trabajo. Sigue pensando que Jalid fue el asesino.

El Mansouri confía en que todo mejore cuando obtenga los papeles de su regularización como emigrante. Hasta entonces, no viajará a Marruecos por si luego no le dejan volver entrar. Hace casi dos años que no ve a los suyos y no conoce a la menor de sus hijos. "He salido de una cárcel para estar en otra mayor, pero no tengo nada contra España. Ha sido mala suerte", dice.

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