Ballesteros y Olazábal a reencontrarse consigo mismos en Pebble Beach

Los españoles Severiano Ballesteros y José María Olazábal aspiran a reencontrarse consigo mismos en el Open de Estados Unidos, la segunda cita anual del Grand Stam del golf, que comienza hoy (Canal +, 1.30 del viernes) en Pebble Beach (California). El primero, cuyo ajetreado calendario parece haber repercutido negativamente en su rendimiento, fue eliminado la semana pasada en el torneo preparatorio de Memphis (Tennessee). El segundo, que duda de sus golpes de aproximación a las banderas, lo fue en la anterior en el de Dublín (Ohio).

Ni Ballesteros ni Olazábal se hallan, en efecto, en sus mejores momentos. Ambos comenzaron la temporada con buen pie: el cántabro se impuso en el Clásico del Desierto, en Dubai (Emiratos Árabes) y el Open de Baleares; el vasco, en el de Tenerife y el del Mediterráneo, en Valencia. Pero sus tropiezos en el primer grande de 1992, el Masters de Augusta (Georgia), les han hecho caer en una inequívoca desconfianza. Ballesteros, por anadadura, ha confesado recientemente su cansancio competicional su calendario, con saltos constantes entre Europa, Asia, Norteamérica e incluso Suramérica, es muy discutible.Sus posibilidades, pues, en Pebble Beach no se antojan, en principio, demasiadas. No obstante, de la calidad de uno y de la del otro cabe esperar en cualquier instante una reacción positiva. En un deporte tan mental como el suyo, a menudo basta una buena vuelta para que el panorama se aclare por completo. Además, sus mentalizaciones deben de ser especiales. El Open estadounidense es una cuenta pendiente para Ballesteros, el tercero en 1987, el cuarto en 1983 y el quinto en 1985, en su pretensión declarada tantas veces de coleccionar los cuatro títulos mayores le falta éste y el del Campeonato de la PGA nortearnericana. Para Olazábal, una competición que se le da bien: noveno en 1989 y octavo en 1990 y 1991.

Al menos, ellos disponen de una nueva oportunidad. El australiano Greg Norman, en cambio, se ha quedado este año fuera de la competición al no cumplir ni uno de los diferentes requisitos para entrar en ella. Sin él, sus principales rivales han de ser los locales Fred Cou es, ganador del Masters, y Mark O'Meara, que suele sacar provecho de su profundo conocimiento de Pebble Beach, el inglés Nick Faldo.