Portland derrota a Chicago en la prórroga

La final de la NBA continúa hoy por la noche (una de la madrugada del lunes, hora española) en Portland, con la serie igual a uno. La ventaja de casa favorece ahora decisivamente a los Trail Blazers, que han demostrado ser un equipo con garra. Los tres proximos partidos se celebrarán en Portland y los jugadores han recobrado su confianza después de su gran victoria el viernes, cuando derrotaron a Chicago Bulls por 104-115 en prórroga. A pesar de jugar los últimos 9.36 minutos del partido sin su estrella, Clyde Drexler, los Trail Blazers triunfaron con un parcial de 12-33.Michael Jordan, con 39 tantos por segunda vez en la final, de nuevo superó en un mano a mano a Drexler, quien fue expulsado cuando faltaban 4.36 minutos del cuarto tiempo. Sin embargo, Jordan tuvo que trabajar cada uno de sus puntos. El miércoles, cuando hundió a los Trail Blazers por sí solo, marcó seis triples. El viernes falló los cuatr que realizó. En total, necesitó 3 lanzamientos para conseguir 16 canastas.

"Afortunadamente, la capa de Superman se le cayó a Jordan", declaró Danny Ainge, el sustituto de Drexler y héroe del partido, con ocho puntos en la prórroga y 17 en total. "Volví a la realidad", afirmó Jordan.

Ainge, la clave

Drexler sumó 26-puntos con ocho asistencias y seis rebotes. Pero su mayor contribución fue imponer la pauta del partido en los primeros minutos con un mate brutal por encima del pívot Cartwright. Los Trail Blazers jugaron con agresividad en todo momento. La prensa de Chicago y la afición local abusó de algunos calificativos a la hora de enjuiciar el juego de Portland en los momentos decisivos de la temporada; la brutal diferencia obtenida el miércoles parecía alentar a los descalificadores. Sin embargo, el viernes hicieron oídos sordos a todo insulto y dominaron la mayor parte del partido. Varias veces disfrutaron de ventajas de nueve puntos. Aun en el cuarto tiempo, cuando un resurgimiento de Chicago había puesto el marcador parcial 92-82, Portland rehusó arrojar la toalla. Con una defensa hermética y entradas fuertes a la canasta lograron igualar el partido en el último minuto."Mi equipo estaba mentalmente listo y fuerte", declaró Rick Aldeman, entrenador de Portland. "Nos quedamos sin gas", confesé Phil Jackson, técnico de Chicago. "Portland fue un equipo que rehusó rendirse. Jugaron muy bien".

La diferencia del partido la puso Ainge, base veterano que se formó con los Celtics de Boston y ganó dos títulos de Liga. No tiene las habilidades físicas de Drexler pero tampoco intenta lo imposible en momentos equivocados. Fue su entrada para una canasta seguida por un pase a Jerome Kersey lo que igualó el partido a 95 cuando restaban 45 segundos del tiempo reglamentario. Jordan puso a Chicago al frente con un gancho mientras estaba rodeado por tres defensas. Pero el pívot Kevin Duckworth respondió con un lanzamiento de tres metros de distancia desde la banda derecha cuando faltaban 13,2 segundos para igualar el marcador a 97 y asegurar la prórroga, a pesar de que Jordan tuvo la oportunidad del último lanzamiento.

Jordan inició la prórroga con una canasta, pero ése fue su último suspiro. Portland, encabezado por Ainge, no quiso fallar. Los Trail Blazers encestaron siete de ocho lanzamientos y controlaron los rebotes. Dieron una lección a los campeones en su propia casa y dejaron claro una vez por todas que están jugando la final en serio.