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La batalla de la montaña

Miguel Induráin ha ganado sin posibilidad de réplica el primer desafío de la 751 edición del Giro de Italia. Sin embargo, no basta con ello para regalar a España su primera victoria en toda la historia de la carrera italiana. El navarro tendrá que afrontar ahora el duelo de la montaña, el más duro de todos, donde deberá combatir contra los elementos, los aficionados rivales y su principal contrincante, Claudio Chiappucci, segundo en el Giro de 1991 y tercero en el Tour del mismo año, el que ganó Induráin.

Las cotas importantes que los corredores deberán afrontar son varias. Algunas de ellas, cuatro, están situadas en las llegadas de etapa. La primera, el próximo martes, en la décima etapa, que concluye con 15 kilómetros de dura ascensión a la cota del Terminillo (1.814 metros), con una desnivel del 7,7%. Cuatro días más tarde, el sábado 6, le tocará el turno al Monte Bodone (1.650 metros), con 8 kilómetros de escalada y un desnivel del 7,8%. Para mayor dificultad, la cota del Monte Bodone tendrá que ser coronada dos veces ese mismo día.

El miércoles 10 llegará la tercera llegada en alto. Será en el Monviso, puerto de 2.020 metros: 18,5 kilómetros de subida al 7,6%. La última meta en las alturas está fijada para la siguiente jornada: Pila (1.800 metros, con 13 kilómetros al 9,6%). Antes de llegar a la cumbre, el pelotón deberá superar dos puertos inéditos en la ronda italiana: el Col de St. Pantaleon (1.645 metros) y el Champremiere (1.260).

Catálogo de dificultades

Sin embargo, la mención de las llegadas en alto no debe oscurecer las otras dificultades de la carrera. Hoy, por ejemplo, los corredores deben afrontar la primera etapa montañosa, con llegada en Sulmona tras 223 kilómetros de recorrido. En los últimos 100 kilómetros varias dificultades aguardan a los esforzados, en particular la ascensión a la Maielletta (1.652).

El viernes 5, en la decimotercera etapa, entre Bassano del Grapa y Corvara, los Dolomitas aguardan con tres cumbres superiores a los 1.500 metros. La vigésima etapa, la del 12 de junio, ofrece cotas de interés: Croce Serra (853), la Colma (942) y el Alpe Segletta (1.230).

No hay apenas dudas entre los especialistas sobre un aspecto: Chiappucci tendrá que llegar a dicha etapa contra el cronómetro -Vigevano-Milán, de 66 kilómetros- con una ventaja mínima de tres minutos para aspirar con garantías al triunfo final.

En Italia, como ya hiciera en el pasado Tour, Induráin se ha mostrado irresistible en las contrarreloj. Con 66 kilómetros para rodar al máximo, el líder del equipo Banesto tiene tiempo y espacio suficiente para solventar cualquier paso en falso en la montaña.

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