Estudiantes y Joventut afrontaron con diferente espíritu su cita histórica en Estambul
ENVIADO ESPECIAL El Joventut afronta hoy la semifinal de la Liga Europea de baloncesto contra el Estudiantes (20.00, La 2) con todas las prevenciones hacia su condición de favorito. El equipo badalonés, que la pasada semana efectuó varios entrenamientos a puerta cerrada, ha elegido un hotel que está a 70 kilómetros de Estambul. El Estudiantes, por el contrario, se alberga en la misma ciudad. Unos viven aislados; otros, a diferencia de sus rivales, pudieron ir acompañados por su familiares. Dos formas de afrontar un choque que delatan a la vez la idiosincrasia de sus protagonistas.
Los dos equipos que han roto la supremacía del Barcelona y del Real Madrid -El Joventut es campeón de Liga y el Estudiantes, de Copa- dirimen hoy una plaza por representar la rebosante salud del baloncesto español en la final de la máxima competición continental. Hay que tener en cuenta que España colocó el año pasado a un finalista en cada una de las competiciones continentales y que, en esta temporada, ha sumado ya un título (Real Madrid, la Recopa) y tiene la absoluta seguridad de colocar a un finalista en la Liga Europea.Ambos, Estudiantes y Joventut, los representantes de la alternativa a los dos grandes del fútbol español, llegan al partido más importante de su larga historia con numerosas concomitancias. Los dos tienen dudas sobre cómo puede afectarles el todavía renqueante estado fÍsico de dos de sus mejores jugadores, Pressley, al que se le retiró el yeso de un dedo de su mano derecha hace una semana, y Orenga, que reanudó ayer mismo los entrenamientos con sus compañeros, tras un problema en la planta del pie izquierdo.
Retrasos
Los dos equipos sufrieron retrasos de más de tres horas en los vuelos que les trasladaron el domingo hasta Estambul y que les impidió efectuar una sesión de entrenamiento ese día. Se han enfrentado en cinco ocasiones en lo que va de temporada con resultados que dejan amplios márgenes a la interpretación: 91-66 y 73-86 en la Liga Europea y 86-79 en el campeonato español, para el Joventut; y 82-79 en la Liga española y 78-77 en la Copa, para el Estudiantes. Los dos están por estrenarse en la máxima competición continental. Los dos dicen estar convencidos de que su partido es la final anticipada. En este sentido, hay que señalar que ambos ocuparon los dos primeros puestos en su grupo, en la primera fase, y que los cuatro participantes en Estambul jugaron en el mismo grupo.
La presión, ese peso indefinible que agobia y que puede llegar a atenazar a los jugadores, la sufre el Joventut. Y esa es un arma de doble filo. Es el equipo badalonés el que se ha impuesto el temor a una derrota, no ya la intención, sino la obligación perentoria de ganar. El Estudiantes vive la situación a la inversa, sin miedos, con la misma convicción de ganar, pero sin sentir una guillotina sobre su cabeza. El Joventut fijó entre sus objetivos a principio de temporada, es estar en Estambul y pelear por la Liga Europea. El Estudiantes sólo aspiró en un principio a una participación digna.
A estas alturas de la competición, las comparaciones afloran en ese sentido. Y el más perjudIcado es el Joventut. Resulta evídente, para todo aquel que haya vivido las últimas tres ediciones de la Final Four, el paralelismo entre el Joventut y el Barcelona -cuarto en Múnich en 1989 y finalista en Zaragoza y París en 1990 y 1991-, y entre el Estudiantes y el Jugoplastica, vencedor de las tres ediciones últimas. Los primeros llegaban a la sede de la competición excesivamente preocupados por el entorno; los segundos, relajados, frescos, dispuestos a alternar los entrenamientos con el turismo por el centro de la ciudad.
Miguel Ángel Martín, técnico del Estudiantes, admitió que su equipo afronta el partido con menos 4gobios, "porque el Joventut es campeón de Liga, porque tiene más presupuesto y porque todos le dan como favorito". Martín también cree que Ios nervios juegan un papel esencial en este tipo de partidos, pero en nuestro caso hasta que no salgamos a jugar no se sabrá hasta que punto nos afectarán". El entrenador estudiantil se mostró enormemente preocupado por el rendimiento que pueda ofrecer el pivot Orenga. "De su recuperación dependerá que podamos dedicar a Pinone a actuar más lejos del aro y a dirigir al equipo o que tenga que involucrarse en la lucha bajo el aro".
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