El 61,4% de los tártaros votó por un Estado soberano, en pie de igualdad con Rusia
"El plebiscito ha ratificado nuestra declaración de soberanía, aprobada en agosto de 1990", dijo el representante de las autoridades de Tatarstán, Alexandr Lozovói, vicepresidente del Parlamento. Ahora "hay que llenar de contenido" esta soberanía, para lo cual es necesario firmar un acuerdo de igual a igual con Rusia. Por esta fórmula -que promete un aumento de la tensión con Rusia- votó el 61,4% de los que participaron en el referéndum del sábado, declarado anticonstitucional por Moscú, mientras que un 37,2% votó en contra.
Los nacionalistas tártaros consideran que, en el acuerdo a firmar con Moscú, Tatarstán ha de delegar ciertos poderes -principalmente en lo referido a defensa, fronteras y transporte aéreo-, pero ha de conservar otros, como la propiedad exclusiva de sus riquezas. El tratado federativo que promueve el Parlamento ruso es inaceptable para Tatarstán precisamente porque no contempla esto. Además, pone a las fuerzas del orden público bajo la jurisdicción de Moscú y habla del derecho a ingresar en la federación, pero no a salir de ella. Aunque Tatarstán no desea de momento la secesión, si Rusia "copia la rígida centralización que existía antes, las consecuencias pueden ser lamentables", advirtió Lozovói.[El presidente ruso, Borís Yeltsin, pidió ayer a los dirigentes de Tatarstán que la región siga formando parte de Rusia tras el referéndum celebrado el sábado, informa Reuter. Por su parte, el viceprimer ministro de la Federación Rusa, Guenadi Búrbulis, hizo un llamamiento para la firma, antes de fin de mes, de acuerdos entre Moscú y la multitud de mini-repúblicas que configuran la federación.]
Estado soberano
Tatarstán es ahora un Estado "soberano, sujeto del derecho internacional", que "establece sus relaciones con la Federación Rusa basándose en acuerdos en pie de igualdad". Los dos polos de la sociedad de Tatarstán -rusos federalistas y tártaros nacionalistas- se mostraron, paradójicamente, satisfechos cuando se conocieron los resultados del plebiscito del sábado, en el que votó el 81,7% de los censados.
Los nacionalistas están contentos porque consideran que, con el triunfo del sí, Tatarstán ha pasado a ser independiente y que Rusia ya es sólo un país vecino. "La soberanía significa independencia. Estableceremos las relaciones más amistosas que pueda haber con el Estado vecino de Rusia, sólo que ahora ya no daremos nuestras riquezas gratis. Basta ya de robarnos, de humillarnos, de tratamos como si fuéramos de segunda categoría", declaró ayer el diputado Marat Mulukov, presidente del Centro Social Tártaro, una de las más influyentes organizaciones nacionalistas de esta república que se encuentra en el corazón de Rusia.
"El presidente y el Parlamento deberán ahora cumplir la voluntad del pueblo y, si no lo hacen, les haremos dimitir", dijo Mulukov. Agregó que lo primero que ha de hacer el legislativo es aprobar una nueva Constitución y una la ley de idiomas, así como la real aplicación del tártaro como lengua estatal, junto al ruso. Multikov aseguró que el acta de independencia, rechazada por la mayoría del cuerpo legislativo cuando su grupo la presentó, el año pasado, será sin falta aprobada, pero debido a razones tácticas no es seguro que la vuelvan a presentar de inmediato al Parlamento.
Los rusos federalistas, por su parte, de acuerdo con las autoridades de Moscú, niegan validez jurídica al referéndum, pero también están contentos con los resultados de esta "encuesta sociológica", como ellos definen la votación del sábado. "No esperábamos que en esta situación de crisis económica la gente en las ciudades participara tan activamente", manifestó Alexandr Shtanin, diputado ruso al Parlamento tártaro.
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