El Madrid busca ante el Paok reparar la sequía de títulos

Real Madrid y Paok de Salónica jugarán una final sin referencias (Nantes, 20.30 horas, La 2). La incertidumbre es mayor si se considera la irregularidad de ambos equipos. En el caso de los griegos es habitual, en el del Madrid es producto de una racha negra que no acaba de tener fin. La Recopa es importante para ambos por motivos bien distintos. El Paok aspira a heredar los éxitos del Aris de Salónica, su eterno vecino. Para ello, tiene esta temporada fundadas aspiraciones para obtener la Liga y necesita refrendarlas con un segundo título europeo. Buscan pedigrí [ganaron la Recopa el año pasado ante el CAI (76-72)]El caso del Madrid es el opuesto, porque trata de recuperar lo que tuvo en su día, títulos nacionales y europeos. El último éxito continental data de 1989, cuando 62 tantos de Petrovic permitieron al Madrid ganar la Recopa ante el Caserta (117-113). Desde aquella fecha, el Madrid no ha ganado nada, a pesar de haber participado en dos finales, la Recopa de 1990 y la Copa Korac de 1991.

Identificar en pocas palabras el juego de ambos equipos es muy difícil. Son imprevisibles y tienen tendencia al desconcierto. El caso es que, en medio del caos, los griegos suelen sentirse más a gusto porque afrontan este tipo de finales más como una batalla que como una lección de baloncesto. En una final siempre son incómodos: unos tres mil seguidores les apoyarán desde la primera canasta y cada tanto será recibido como si fuese la acción decisiva. El mejor remedio suele ser una mezcla de frialdad, sobriedad y eficacia, tres virtudes que no adornan al Madrid.