El fuego acabó con el primer coche de la historia y con el primer avión fabricado en España
El fuego en el Pabellón de los Descubrimientos acabó ayer con el primer automóvil de la historia -asegurado en 400 millones de pesetas-, el primer avión fabricado en España, una maqueta del avión del Barón Rojo -héroe alemán de la Primera Guerra Mundial- y la reproducción de la primera nave que llegó a la Luna. Aunque no quiso concretar los contenidos, el presidente de la Sociedad Estatal, Jacinto Pellón, confirmó que el incendio destruyó lo que había dentro del pabellón, que era prácticamente todo lo que se iba a exponer.
Pellón, a la pregunta de si el inmueble y los contenidos estaban asegurados, respondió: "Me van a perdonar en este momento que no haya cogido la calculadora y haya echado números sobre las pesetas. Me están preocupando otros muchos problemas". La arquitecta supervisora del pabellón, Teresa Escudé, acompañada por técnicos de Ferrovial, empresa encargada de la realización del proyecto, no daba crédito a lo que veía. "Estaba prácticamente acabado, es increíble". Escudé comentó que dentro del edificio se encontraban ya casi todos sus contenidos.El Pabellón de los Descubrimientos formaba parte de los cuatro edificios temáticos que intentan dar una visión de la evolución de la humanidad desde el Descubrimiento de América hasta hoy. El proyecto consistía en un impresionante montaje escénico -con técnicas audiovisuales y efectos especiales- en el que se condensaban cinco siglos de avance científico y técnico: la innovación del vapor, una ciudad inglesa de la revolución industrial del XIX, los primeros automóviles y la aventura espacial.
Según confirmó ayer Jacinto Pellón, todo ha quedado destruido. Los organizadores no han precisado qué objetos eran originales y cuáles reproducciones, pero se calcula que los contenidos se repartían al 50%.
Los 8.000 metros cuadrados de superficie de exposición -12.000 construidos- del pabellón, obra del arquitecto Javier Feduchi, estaban divididos en cuatro sectores. El primer sector, que mostraba el enfrentamiento de la humanidad con -los nuevos pueblos, contenía elementos precolombinos.
Para ilustrar los avances de las ciencias del siglo XIX se había reproducido con objetos de la época un laboratorio científico. También se había montado un gran espectáculo escénico sobre la innovación del vapor, con la máquina de Watt.
La revolución industrial y el movimiento obrero se simbolizó en una ciudad inglesa con imágenes fijas, películas y elementos naturales. La era actual cerraba la superficie del pabellón. En este sector se encontraba el primer automóvil de la historia, y maquetas de un primitivo avión y de la primera nave que llegó a la luna.
El proyecto expositivo del Descubrimiento, el más ambicioso de todos los pabellones, es del estudio francés Confino-Duval, autor de la exposición Ciudad-Cine, inaugurada en París en 1987. El equipo trabajó en colaboración con Creadores Españoles y asesorado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Pellón aseguró ayer que el teatro especial Omnimax, uno de los grandes atractivos del pabellón, no ha sido afectado por el fuego, aunque aún no se ha inspeccionado la esfera, que está dotada de una sala de proyecciones de 24 metros de altura y 24 de diámetro, con un potente equipo de sonido y planetario digital. El coste de la pantalla es de 300 millones.
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