La gran decisión

Una decisión depende de otra. Si el Nápoles acepta dar por concluido en junio de este año el contrato que vence en 1993, Diego Maradona volverá a jugar al fútbol profesional en el Boca Junior, uno de los dos equipos más populares de Argentina. La gestión que lleva adelante Marcos Franchi, el representante de Maradona, incluye la posible realización de un partido de homenaje y despedida en Nápoles al que serían invitados los mejores jugadores italianos y extranjeros que participan en el campeonato italiano. En junio vence la suspensión que la federación italiana aplicó a Diego Maradona por el consumo de drogas.

Los psicólogos explican que "así como el deseo manifiesto de abandonar el fútbol era una señal del proceso revulsivo contra lo que él identificaba como la causa de todo lo malo que le había pasado, el deseo de volver a jugar es un síntoma de vida, de recuperar su pasión". Ese "deseo" Maradona lo ha disimulado en el envoltorio de una excusa casi infantil en la que involucró a su hija menor Yamina, de cuatro años. "Volvería a jugar porque ella dice que nunca me vio en un campo de fútbol", declaró. Pero el deseo parece regresar con tanta fuerza que Maradona ha dado todavía un paso más allá: "Voy a hablar con el entrenador de la selección para decirle que estoy a su disposición".La prensa argentina especula ya hasta con la probable formación del equipo titular del Boca cuando regrese Maradona en julio. El vicepresidente del club, Carlos Heller, dijo que "siempre" lo están esperando. Por su parte, el entrenador de la selección argentina, Alfio Basile, que ganó la Copa América, mantiene al equipo invicto desde que asumió y tiene a su cargo una plantilla de jóvenes jugadores con los que se arregló muy bien sin la estrella que condujo al equipo durante ocho años, admite también que "todo depende de él".

Para Marcos Franchi, el representante que sucedió al temido Guillermo Coppola y se hizo cargo de Maradona en su peor momento, nada de lo que sucede ahora al jugador le sorprende: "El proceso de recuperación ha sido lento y difícil, pero dio resultado. Sólo una persona como Maradona, que no ha olvidado a sus padres ni su origen, pudo soportar y sobrevivir a todo lo que le pasó. No sé si volverá a jugar o no, depende de lo que decida el Nápoles, pero sí sé que Maradona está bien y sigue bien, eso es lo que importa".

El proceso de cambio en el estado de ánimo de Maradona puede medirse a simple vista. Se le nota sencillo y humilde. Acepta las entrevistas, el contacto con el público, se muestra en programas de televisión y en partidos de fútbol de salón sin ocultar que está un poco más gordo y que se fatiga más que de costumbre. Se ha convencido al fin de que no ha matado a nadie, como él mismo dice, y que todo el daño se lo ha hecho a sí mismo. La tremenda experiencia personal que atravesó durante los últimos cinco años le permitió reflexionar sobre los "buenos" y los "rnalos".