Luis dice que no tolerará más ataques de Gil
Luis Aragonés, que insistió por la mañana en que su dimisión no estaba descartada, tomó ayer por la tarde la decisión de quedarse en el Atlético tras conversar con Jesús Gil, el presidente. El técnico declaró que no tolerará más actitudes como las protagonizadas por Gil el pasado lunes. El dirigente había criticado con extraordinaria dureza a sus jugadores y al entrenador. Gil ha experimentado por vez primera un efecto bumerán tras sus habituales declaraciones después de ciertas derrotas: cuando pensaba presionar a entrenador y jugadores, se encontró increpado por éstos y a punto de perder a Luis, al que la plantilla defendió por encima del presidente.
MadridLuis dijo que su permanencia obedecía a tres razones: el apoyo de la plantilla, el reto deportivo de continuar en tres competiciones -Liga, Copa y Recopa- y la buena sensación que había sacado de su conversación con Gil, charla que calificó de convincente. "Creo que ha sido convincente porque el presidente ha retirado en la conversación ciertos puntos de la carta que me envió", señaló. Luis hacía referencia a una misiva que contenía unas opiniones muy negativas de Gil con respecto al trabajo del técnico. Sin embargo, Luis añadió: " Si se repitieran actuaciones similares, cada uno tendría que seguir por su camino".Jesús Gil no sospechaba las consecuencias que iba a tener, en esta ocasión, su habitual estrategia de cargar contra el entrenador -a través de una carta- y contra los jugadores -con insultos públicos- en cuanto no acompañan los resultados. No preveía que Luis Aragonés, lejos de someterse a sus dictados tácticos, iba a plantearse seriamente su dimisión. Tampoco que los jugadores, en vez de mostrar su adhesión -"a muerte con usted, presi" llegaban a decir en otras ocasiones-, iban a recriminarle duramente sus ofensas. Tal vez, por eso, Gil, una vez terminó el martes pasado una charla con sus jugadores, calmó su enfado, pidió perdón públicamente por sus insultos a Donato, depositó nuevamente su confianza en Luis y aseguré ver a una plantilla "dispuesta a rendir como antes". Sin embargo, su marcha atrás no convenció ni a uno ni a otros.Donato, hundido
Futre, que regresó ayer a los entrenamientos tras su viaje a Portugal, tampoco se mostró muy satisfecho con Gil: "Entiendo su enfado por los resultados, pero no es normal que le llame a Donato muerto de hambre. No se pueden decir esas cosas. Estoy muy mosqueado, sobre todo, porque Donato está muy triste. Le ha pedido perdón, pero lo que dijo ya está dicho. Le ha tocado en lo humano y eso es muy grave".
Lo cierto es que Donato, pese a las disculpas de Gil, está visiblemente afectado por los insultos recibidos y preflere mantenerse en silencio. Los jugadores consideran que las palabras de Gil le han hundido y están muy molestos. Comentan que Donato era de los que más había confiado en Gil. Antes de reunirse con Gil, los jugadores estudiaron tomar medidas drásticas para frenar sus insultos públicos, que aún no descartan en caso de repetirse.
Sobre Luis Aragonés, el delantero portugués aseguré que todos los jugadores quieren que se quede. "Aquí siempre ha mandado Luis y seguirá siendo así. El día que no le dejen, se irá. Toda la plantilla está con Luis".
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