La eliminación del Barça origina nuevas divergencias entro Núñez y Cruyff

La eliminación del Barcelona de los octavos de final de la Copa del Rey frente al Valencia ha originado nuevas divergencias entre el técnico Johan Cruyff y el presidente Josep Lluís Núñez. La directiva azulgrana considera que, en condiciones normales, el Barça hubiera seguido adelante en la competición y responsabiliza a Cruyff de haber alineado al joven guardameta Busquets, que no estuvo afortunado en los dos goles encajados.Núñez ya mostró su malestar, minutos después del partido, al declarar: "Yo veo el fútbol muy claro y espero que los periodistas lo hayan visto también lo que ha sucedido sobre el campo. Yo no soy el entrenador y deben preguntarle a él". El presidente azulgrana no se pronunció ayer oficialmente porque "prefiere no descentrar al equipo en vísperas de un partido tan importante como el de Bilbao", manifestaron fuentes próximas al mandatario. "Su disgusto es profundo porque considera que la eliminación es consecuencia de las frivolidades de Cruyff. En condiciones normales, el Barça debió seguir adelante y ni siquiera llegar a la prórroga, cuyas consecuencias se pueden pagar muy caras en San Mamés".

La directiva azulgrana no culpa a Busquets de los goles encajados, pero sí a Cruyff de haberlo alineado en la ida y en la vuelta. "Es un chico joven y con proyección y el miércoles pudieron arruinarle la carrera", confesó ayer a EL PAÍS un miembro de la junta. "Por si esto fuera poco, le ordenaron lanzar el penalti. Y ya no hablemos de los cambios tácticos que hubo durante el encuentro, precisamente cuando todo discurría a las mil maravillas. Dió la impresión de que tiramos por la borda, de una forma estúpida, la Copa del Rey".

El malestar de Núñez y sus colaboradores no se centra específicamente en el aspecto meramente deportivo. La cuestión económica también es considerada muy importante, según uno de sus colaboradores: "Hemos perdido, de la forma más tonta, casi 200 millones de pesetas. En el presupuesto de la temporada se habían previsto unos ingresos hasta las semifinales. Sólo con llegar a los cuartos de final hubiéramos ingresado alrededor de 65 millones de pesetas por derechos de televisión y un mínimo de 18 por taquilla, ya que los socios no pagan. Todo se ha ido a hacer puñetas. Ahora ya sólo nos queda centrarnos en la Liga y en la Copa de Europa".

El centro de atención ayer fue el guardameta Busquets, que estuvo a punto de perder su tradicional sangre fría al ser asediado por los periodistas. "Tan poco es para tanto, porque no me metieron los goles por debajo de las piernas", dijo.