La reconversión de Geli
El lateral gerundense es el primer internacional del Albacete
Delfi Geli pasará a la historia del fútbol como el primer jugador internacional absoluto del Albacete. La de Geli no es una historia cualquiera. Él es un delantero frustrado que triunfa como zaguero. No se trata de un extremo reconvertido en lateral por cuestiones de edad ni de un ariete que ejerce de central por necesidades del colectivo. Geli nació como ariete en Salt (Gerona) hace 22 años, se crió como delantero polivalente en el filial del Barcelona y se ha hecho futbolista en el Albacete como lateral.
Geli siempre soñó con jugar de mayor en el Camp Nou, porque su padre le llevaba cada 15 días al estadio del Barcelona, pero sus aspiraciones parecieron truncarse cuando ni siquiera conseguía ser titular en el juvenil del Gerona. Suerte tuvo entonces de que el técnico del primer equipo desautorizara a su subordinado y le llevara a él, con 17 años cumplidos, al Gerona de Tercera División. Estuvo allí domingo tras domingo contemplando cómo los espías del Barcelona y el Español decidían si servía. En su credencial se leía: "Máximo goleador de todas las categorías con 28 tantos en la temporada 1988-89". Los blanquiazules quisieron ficharle pero se equivocaron de jugador, y los azulgrana acabaron por incorporarle con la condición de que actuara en el filial.Cruyff le dio entonces un empujón. Era la pretemporada 1989-90 y se lo llevó a la concentración de Papendhal. Geli se convirtió en el máximo goleador azulgrana del verano y llegó a asomarse al primer equipo con la asiduidad de Onésimo o Lucendo. Debutó contra el Oviedo y llegó a Pensar que su buena estampa y calidad técnica le permitirían "divertirse a menudo" con el equipo de Cruyff, un grupo que se distitingue por "jugar más adelantado que cualquier otro".
Geli estaba convencido de que "lo único que vale en el fútból es el gol" cuando le propusieron ir al Albacete en calidad de prestado. Las cesiones han sido últimamente un punto de arranque para cualquier futbolista azulgrana, y Geli confió ciegamente en su buena estrella. Lo que nunca creyó es que su ductilidad fuera tan amplia como para convertirse primero en un central y posteriormente en un lateral diestro. Floro le reconvirtió en un zaguero ofensivo tan trascendental como para poner de vuelta y media el sistema defensivo azulgrana en el partido Albacete-Barça y provocar la expulsión dé Koeman.
Desde entonces, GeIi ha merecido incluso los elogios de Johan Cruyff, un técnico que se distingue por su capacidad para ahorrarse calificativos benignos con respecto a sus jugadores: "Futbolísticamente puede ser un gran lateral porque antes ha jugado de delantero".
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