Riesgo de cierre de La Cinq ante la negativa a ampliar su capital
La turbulenta historia de la cadena de televisión privada francesa La Cinq corre el riesgo de vivir sus últimos capítulos ante el anuncio el pasado viernes de varios de sus accionistas de no acudir a la ampliación de capital de la cadena, que se encuentra en estado moribundo, tras registrar unas pérdidas de más de 20.000 millones de pesetas en 1991.Esta decisión fue tomada poco después de que el operador de la cadena, el grupo multimedia Hachette, que posee el 25% de la sociedad, rechazara categóricamente en Navidad continuar con la explotación de La Cinq, si ello suponía hacerse cargo en solitario de las inyecciones de capital que ello implica.
En tres años, esta cadena de televisión ha acumulado 3.000 millones de francos en pérdidas, y desde 1986 ha cambiado a tres directores, empeñados todos ellos en competir con el mastodonte de la televisión francesa, la cadena privada TF-1
Esta última acapara el 40% de la audiencia televisiva francesa, dejando las migajas a sus competidores, dos cadenas públicas, otras dos privadas y la cadena codificada Canal +, el auténtico suceso comercial y financiero de la televisión francesa.
A pesar de las enormes inversiones, La Cinq no ha logrado superar el 12%-13% de audiencia. Hachette anunció a mediados de diciembre un plan draconiano de austeridad que implica el despido de 292 trabajadores -de una plantilla de 537- y 284 eventuales dejando a la cadena con sólo 27 periodistas.
Hachette, el primer grupo multimedia francés y el segundo de Europa, tras el alemán Bertlesman, debe hacer frente a una situación difícil en su negocio tradicional (prensa, distribución, edición), donde soporta una deuda de más de 20.000 millones sobre una facturación de 55.000 millones de pesetas. Estas dificultades han debido ser la causa de la venta del 15% de su periódico Les Dernières Nouvelles de Alsacia.
