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La caravana acepta con resignación la pérdida de dos de sus miembros

La reacción que experimentó la caravana del Rally París-El Cabo ante la muerte, el pasado viernes, de los dos componentes franceses del equipo de asistencia rápida del francés Jean Louis Schlesser fue únicamente de resignación, acostumbrados sus componentes a los peligros de la prueba. El comentario más extendido se centró en el hecho de que uno de los fallecidos, Jean-Marie Sounillac, debía viajar en avión y finalmente prefirió hacerlo en coche. La etapa de ayer (Sabah-Waw el Kbir, de 546 kilómetros) significó la pérdida del liderato por parte de Servià-Puig (Lada Samara), pero sirvió para que Jordi Arcarons (Cagiva) lograse su primer triunfo de esta edición.

El belga Jacky Ickx, veterano piloto de rallies africanos, perdió hace un par de meses a su copiloto al incendiarse su Citroën ZX. Ickx, que se salvó de milagro, reconocía ayer: "Todos sabemos el riesgo a que estamos expuestos en este deporte y lo asumimos como parte del juego. Es difícil aceptar la muerte de un compañero, pero el automovilismo es así y las circunstancias que rodean cada accidente son diferentes". El Rally París-Dakar se ha cobrado ya 28 víctimas en 14 ediciones."En cualquier competición", siguió señalando el campeón belga, "en la que hay riesgos hay muertes. Ustedes los españoles saben mucho de eso. Los toros no se acaban porque muera un torero; los alpinistas también pagan con su vida la osadía de llegar a lo más alto. Nadie quiere que esto suceda, pero cuando ocurre hay que ser realista. A mí me ha costado mucho sobreponerme a la desaparición de Christian [Tarin, su copiloto], y es una cicatriz que llevaré marcada toda mi vida, pero aquí estoy de nuevo, aun sabiendo que cualquier día me puede pasar a mí".

Salvador Servià, que ayer volvió a tener una brillante actuación, declaró: "Estamos expuestos a los accidentes, más graves o menos graves, pero siempre corremos riesgos y somos conscientes de ello. Lo que me parece mal es que los medios de comunicación dan demasiada importancia a estos hechos. Cada fin de semana mueren en la carretera decenas de personas y, como nos hemos acostumbrado a ello, nadie se rasga las vestiduras".

El finlandés Ari Vatanen, ganador de cuatro de las últimas cinco ediciones, sufrió un grave accidente en el Rally de Argentina de 1985. Salvó la vida de milagro. "Siempre estamos expuestos a estos riesgos, lo sabemos, lo aceptamos y punto".

La etapa de ayer fue menos complicada, en cuanto a navegación se refiere, de lo esperado. Vatanen decidió pisar el acelerador a fondo para intentar recuperar el tiempo perdido y Arcarons llegó incluso a sorprenderse de haber resultado vencedor. "He navegado sólo con la brújula y creí que había perdido un par de minutos con respecto a los de cabeza. Mejor así, una victoria siempre anima, sobre todo al principio".

Clasificación de motos: 1. Arcarons (Cagiva), 4h 39m 33s; 2. Laporte (Cagiva), 4h 46m 29s, y 9. Mas (Yamaha), 4h 52m 25s. General: 1. De Petri (Yamaha), 11 h 46m 00s; 2. Arcarons (Cagiva), 11 h 49m 51s, y 6. Mas (Yamaha), 12h 00m 33s.

Clasificación de coches: 1. Vatanen-Berglund (Citroën ZX), 4h 4m 58s; 2. Auriol-Monnet (Mitsubishi Pajero), 4h 6m 6s; 6. Servià-Puig (Lada Samara), 4h 23m 43s, y 10. Porcar-Touriñan (Nissan Patrol), 5h 00m 59s. General: 1. Saby-Maimon (Mitsubishi), 7h 15m 15s; 2. Servià-Puig (Lada), 7h 28m 18s, y 3. Shino-zuka-Magne (Mitsubishi), 7h 43m 10s.

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