Gil da el primer paso para limitar el número de accionistas del Atlético de Madrid

"El socio de verdad que reaccione y el que no, que se borre. No puedo estar permanentemente poniendo dinero", ha dicho Jesús Gil para justificar el aumento del 65% en las cuotas de los socios del Atlético de Madrid. Esta decisión ha causado sorpresa en la Liga Profesional porque se produce unos meses antes de que cada socio deba abonar importantes cantidades para convertirse en accionista. Según la Liga, el Atlético será uno de los clubes con mayores dificultades para convertirse en sociedad anónima. Se interpreta que Gil da un primer paso para limitar el número de accionistas.

"A estas alturas de la temporada, los clubes deberían estar haciendo campañas de publicidad para venderle al socio la idea de convertirse en accionista, y nadie lo ha hecho", manifestó un portavoz de la Liga Profesional, "porque consideramos que, en la mayoría de los casos, no habrá problemas si la compra de acciones se explica suficientemente bien y se vende el producto". No parece ser este el caso del Atlético de Madrid y Jesús Gil, que sorprende a la Liga y a sus propios socios con una carta en la que comunica que eleva las cuotas en un 65%. Además de la comunicación de la subida, Gil insta a cada socio a que aclare cuántas acciones de la futura sociedad anónima está dispuesto a suscribir. Cada acción costará 10.000 pesetas y Gil prevé que cada socio podrá suscribir, en la primera ronda, hasta un máximo de cinco. "Sería muy importante que, antes de 15 días, enviáseis una nota con el número de acciones que deseais", dice Gil en su carta al socio, según informa José Miguélez.Sin embargo, meses antes de que cada socio atlético deba hacer frente al pago de las acciones, Gil sube las cuotas, lo que algunas fuentes consideran como una decisión disuasoria que puede provocar algunas bajas en el número de asociados, que se eleva actualmente a unos 27.000. "Cuantos menos socios haya", según fuentes de la Liga, "más posibilidades tiene Gil de hacerse con una mayoría importante de acciones si su deseo es convertirse en propietario del club".

Pero el proceso de transformación del Atlético de Madrid en sociedad anónima va a ser uno de los más complicados, según la Liga Profesional. La última auditoría del Atlético, aquélla que ha de servir para determinar el patrimonio neto negativo del club y, por tanto, el capital mínimo, presentará salvedades. Ello quiere decir que el futuro accionista puede ser sometido a ampliaciones de capital en breve tiempo. De hecho, el propio Gil ya advirtió a los socios que su intención, nada más convertirse el Atlético en sociedad anónima, es la de recuperar dos mil millones de pesetas que dice haber puesto en el club canjeándolos por acciones tras una ampliación de capital. La deuda real del Atlético, entre ella la parte que el club le debe a su actual presidente, es la que produce las principales salvedades de las auditorías. El asesor jurídico del presidente, José Luis Sierra, llegó a reconocer que la deuda del Atlético puede alcanzar los 6.000 millones de pesetas.

"Con 24.000 pesetas al año no se mantiene un club que quiera estar arriba", dice Gil. "Una de dos, o se mentaliza el socio o jugamos con el Madrileño [Filial del Atlético]". "No me importa cómo lo interpreten los medios de comunicación", añadió.

Miembros de la oposición a Gil sostienen que el presidente sabe que los socios no le van a responder y la subida de cuotas va a producir numerosas bajas.