Francisco Peiró niega irregularidades en el BEF y afirma que se limito a "aprovechar las lagunas legales"

Francisco Peiró, ex presidente de Eurocapital y del Banco Europeo de Finanzas (BEF), achacó ayer la crisis que desembocó en la suspensión de pagos del grupo a la compra en 1990 de la compañía Ecofinance, se exculopó de las acusaciones oficiales de haber cometido irregularidades y afirmó que se había limitado a "aprovechar las lagunas legales del sistema financiero", aunque reconoció los expedientes abiertos por la CNMV y el Banco de España.

El máximo ejecutivo de Eurocapital hasta el pasado lunes se presentó ayer ante la prensa para dar su versión de los hechos. A la misma hora, el nuevo presidente, José Manuel Fernández, recibía en el Banco de España el visto bueno para su nombramiento como presidente del BEF. Este empresario gallego, consejero de Transfesa y accionista de General de Mediación y Bolsa, se convierte en el hombre fuerte del grupo e intentará cerrar lo antes posible la venta del banco y de la sociedad de valores y bolsa. Como secretario de los consejos de administración de las sociedades del holding fue nombrado Eduardo Mendoza, abogado de la familia García Monzón. Francisco Peiró explicó las causas que motivaron la crisis del grupo que él presidió hasta el lunes. A su juicio, la compra de la sociedad de leasing Ecofinance, con un agujero de casi 700 millones de pesetas, supuso el origen de un proceso de continua apelación al mercado interbancario, que desembocó en una crisis de liquidez y en la intervención del Banco de España. Según Peiró, la compra de Ecofinance "produjo una crisis de confianza del sector financiero en el BEF que ha traído funestas consecuencias". Añadió que esa operación la habían decidido los anteriores gestores del grupo, Álvaro García Lomas y José del Alcázar, "sin conocimiento del consejo de administración ni previa auditoría". Este extremo ha sido desmentido por García Lomas, que asegura contar con documentos que confirman la autorización expresa del consejo.

En cuanto a las supuestas irregularidades cometidas por, Eurocapital y el BEF, Peiró las negó, y afirmó que todo era discutible. "Yo me he limitado a aprovechar en beneficio propio las lagunas legales del actual sistema Financiero", afirmó. Añadió que no facilitaba la información sobre sus clientes de dinero negro invertido en pagarés forales de la Diputación de Vizcaya "porque tengo que cumplir los compromisos de confidencialidad", y aseguró que los fondos invertidos en esos títulos están depositados en el BEF.

Expedientes abiertos

El ex presidente de Eurocapital reconoció, sin embargo, los expedientes abiertos por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España, pero negó haber actuado en la ilegalidad en ningún momento. Respecto a la supuesta concesión de créditos a Longinos Sánchez, accionista del grupo, Peiró afirmó que la ley prohíbe conceder créditos a los accionistas y familiares en primer grado, aunque permite darlos a personas con otro parentesco. Explicó también que Longinos Sánchez había aportado buenos clientes y avales al banco. Preguntado sobre otros problemas de liquidez y sobre las discusiones con el Banco de España, Peiró explicó que la autoridad monetaria defiende un baremo diferente a la hora de valorar las garantías crediticias e insistió en que "existen lagunas legales" que permiten distintas interpretaciones. Sobre la concentración de riesgo de la Caja de Ahorros de Ronda con el BEF, dijo que era un problema del prestamista y rechazó que obedeciera a que "el presidente de la Caja, de Ronda (Braulio Medel) y yo tengamos carné del mismo partido".

Por último, y preguntado sobre si su dimisión suponía el principio de una guerra entre accionistas, Francisco Peiró lo negó y dijo que, "como accionista del banco, tengo el máximo interés en concluir la venta de la mejor forma posible". Pero añadió que se reservaba el derecho a emprender acciones legales, en clara referencia a posibles actuaciones similares contra él.