_
_
_
_
_

El Mallorca no sabe el paradero de Ezaki desde hace una semana

Ezaki Badou, el portero marroquí del Mallorca, sigue en paradero desconocido y sin justificar su ausencia de los entrenamientos durante los últimos siete días. Según su compatriota y amigo, Hassan Nadir, delanlero, se encuentra descansando, en Casablanca (Marruecos). Pero ningún directivo ha podido comprobarlo. Su desaparición obligó al presidente del club, Miguel Contestí, a suspender sus vacaciones.

El técnico, Llorenç Serra Ferrer, se enteró por Hassan de que Ezaki no se halla en la isla y el propio Contestí confirmó que se marchó sin su permiso ni el de ningún directivo.

La respuesta del club a la deserción de Ezaki ha sido fulminante: en el plano deportivo, volverá a jugar sólo si las explicaciones que dé a su regreso convencen al entrenador; en el económico, se prepara una sanción ejemplar.

Desde su Fichaje en 1986, tras la magnífica actuación que cuajó con la selección de su país en el Campeonato del Mundo de México, la historia de Ezaki en el Mallorca está jalonada por constantes ausencias y no siempre justificadas. Una cláusula de su contrato, impuesta por el rey Hassan II, amigo personal suyo y padrino de una de sus hijas, establece que el club balear está obligado a ceder a Ezaki "cada vez que la selección marroquí lo requiera". Pero las idas y venidas de Ezaki han sido continuas. Su ausencia más sonada fue cuando permaneció 20 días en Casablanca junto a un brujo local que le curó con arena del desierto una lesión de la rodilla.

Ezaki ha protagonizado otros incidentes espectaculares, como su pelea a puño limpio en los vestuarios con el ex mallorquinista Antonio Calderón.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_