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Un ex policía perturbado se corta las venas durante el juicio contra la mafia policial

Gabriel Pérez Muneiro, un ex policía perturbado mental, se cortó ayer las venas en el juicio que se sigue en Madrid contra cuatro agentes de la denominada mafia policial acusados del asesinato premeditado de tres delincuentes. Pérez Muneiro, que había sido compañero de los procesados en la Brigada Regional de Policía Judicial, salió de lo bancos del público, eludió a los guardias civiles encargados del orden de la sala, subió cojeando al estrado, y frente al tribunal se cortó las venas de la muñeca derecha con un trozo de cuchilla de afeitar.

Acto seguido, mientras la sangre salpicaba la mesa de los secretarios, el ex policía perturbado levantó la mano derecha y gritó: "Mira, roja y negra es mi bandera. Yo la defiendo". En ese momento, tres guardias civiles se abalanzaron sobre él.Mientras Pérez Muneiro era trasladado a los calabozos, uno de los acusados, el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez dijo: "Señoría, le ruego que no se lo tenga en cuenta. Es un compañero que hace años que no veía y que seguro que ha hecho esto sin ánimo de ofender".

Pérez Muneiro fue juzgado hace años ante la misma sección de la Audiencia de Madrid -los magistrados eran otros- por el asesinato de un suramericano en un bar. El tribunal ordenó su ingreso en un psiquiátrico al aplicar la eximente de enajenación mental. El ex policía fue trasladado a los calabozos y tras prestar declaración, fue puesto en libertad.

Reparto del botín

La sesión se centró en el interrogatorio de procesado Adelardo Rafael Martínez, El Peque, jefe del grupo primero de la brigada antiatracos. La acusación trató de probar que los cuatro policía acordaron con José Luis Fernández Corroto, confidente de la brigada, que reclutase a dos delincuentes y atracasen la joyería

En el atraco, los dos compinches debían morir y el botín sería repartido con los policías. El acuerdo se cumplió en principio según la acusación, pero un mes después mataron también a Corroto y se quedaron con el botín

Adelardo admitió, a preguntas del abogado Carlos Vila, que conocía al atracador Fernando Moreno Ortiz, compañero de piso de Corroto.

Carlos Vila: ¿Sabe que Moreno dijo que Corroto era confidente del grupo primero?.

Adelardo Martínez: Sí, lo dijo.

C. V.: ¿Era confidente?.

A. M.: Confidente mío, no.

C. V.: ¿De la Brigada?

A. M.: Lo desconozco.

C. V.: ¿Planearon con Corroto el atraco a la joyería de Atocha para quedarse con el botín?

A. M.: Eso es falso.

Otro de los letrados insistió en ese aspecto.

Jaime Sanz de Bremond: En estos años, ¿no ha preguntado a sus compañeros si Corroto era confidente de la Brigada?

A. M.: No.

J. S.B.: ¿Tampoco le interesa?

A. M.: No.

J. S. B.: ¿Sabía antes del atraco que quienes cometieron el robo eran las que ustedes abatieron?

A. M.: No sabía nada de eso.

J. S.B.: ¿No es cierto que supo que sus compañeros iban a quedar citados con Corroto?.

A. M.: Nunca he sabido nada. Es una conclusión errónea y calumniosa.

Cuando Sanz de Bremond preguntó por la denominada mafia policial, Martínez replicó: "La mafia policial es un invento de los medios de comunicación, incluso de usted".

El comisario Francisco Javier Fernández Álvarez fue sometido a un intenso interrogatorio por parte del fiscal Luis Jordana de Pozas. Alterado por la minuciosidad del fiscal, dijo: "Se están pasando en detalles. Si hubiera sabido que por detalles nos mandan a la cárcel hubieramos actuado con notario".

Sobre si llevó los cuerpos de los dos atracadores muertos al hospital simulando que seguían sin vida para evitar que el juez levantase los cadáveres, el comisario explicó que no tenía seguridad de que estaban muertos.

Fiscal: ¿Y no era evidentísimo que estaban muertos?

Fernández Álvarez: Para mí la evidencia de una muerte es que está podrido.

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