El Oviedo pasó con decoro su primer compromiso internacional
Oviedo y Génova han irrumpido con fuerza en las competiciones europeas. El primero porque supo ganar con mucho decoro su primer compromiso continental y el segundo porque aportó una afición colorista, entusiasta y noble como pocas. Si el Génova es capaz de atraer a 6.000 aficionados en su primer partido en competiciones europeas ¿qué pasará el día que juegue una final?El partido estuvo a la altura de las circunstancias sólo medio tiempo mientras jugadores y entrenadores no especularon. Después fue un ejemplo de lo que valen todos los recursos en el fútbol, un valor que se cotiza bastante más alto que el del juego por sí mismo.
El Oviedo y el Génova son novatos en Europa pero nadie puede negar que son dos equipos experimentados, trabajadores y hasta rutinarios en los esquemas, en los que hay un predominio manifiesto de lo defensivo, muy propios de ligas fuertes como la italiana y la española. Por eso conceden tanto valor a cualquier incidencia y no digamos si ésta se trata de un gol.
Mientras aquello estuvo empatado los dos forzaron la maquinaria porque sabían que el que marcara por delante tomaría una ventaja decisiva. Y fue Bango, que cuando golea el Oviedo gana, el que se adelantó en un saque ensayado, lo que de paso reafirmó que el. Carlos Tartiere es un terreno imposible para cualquier contrincante desde hace muchos meses. Después el Oviedo hizo lo de siempre, se echó atrás, y aunque pasó por momentos de mucho apuro al comienzo de la segunda parte, logró resistir hasta el final. No faltaron claro, las brusquedades, las perrerías y el ensayo de todo tipo de tácticas para desequilibrar al contrario, pero ambos equipos mantuvieron el tipo hasta el final. La pasión de las gradas fue con todo impresionante. Y mientras hubo fútbol más.
El Génova es un equipo muy similar al Oviedo y en el que sobresalió muy por encima de todos el lateral carrilero Eranio, que justificó por qué es internacional con Italia, muy por encima de Aguilera y Skurhavy, que está muy lejos de su mejor forma, aunque sigue siendo peligrosísimo en el juego de cabeza. Quizá el conjunto italiano echó en falta al otro lateral, el brasileño Branco, que hubiera suministrado con su calidad buenos balones a los delanteros.
El Oviedo se resintió durante la primera parte de un marcador en el centro del campo a causa de la baja de Rivas, que obligó a Elcacho a colocarse como lateral izquierdo, pero lo suplió con empuje y fuerza.
Con todo, el partido de vuelta será decisivo. Aunque el Oviedo lleva ventaja el Génova parece un equipo temible en las acciones a balón parado y si fue capaz de congregar a 6.000 seguidores en Oviedo qué no hará en su campo, pero el Oviedo es equipo tradicionalmente difícil de batir.
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