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El Burgos no fue ambicioso en Valencia

Está claro que los jugadores del Valencia necesitan algo más que un tirón de orejas. Ni la regañina con que el presidente del club, Arturo Tuzón, les obsequió tras el partido de Albacete ni la bronca con que les recibió anoche el público resultaron ser el reactivo pretendido. El Burgos, con un fútbol fácil y sin alardes, puso en evidencia al equipo valencianista, aunque le faltó la ambición necesaria para sentenciar.Durante la primera mitad, sobre todo, los hombres de Hiddink ofrecieron todo un recital de despropósitos, errores en el pase y desconfianza. Por contra, los de Novoa, mejor asentados sobre el campo, pronto se dieron cuenta del nerviosismo de los defensores valencianistas y en el minuto 18, después de haber marrado un par de ocasiones, se pusieron en ventaja. A partir de ese momento, lo típico: dominio local y buena defensa visitante.

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