Bernard Tapie y Jean-Marie Le Pen

Bernard Tapie, empresario y presidente del club de fútbol Olimpic de Marsella, y el líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen serán los protagonistas del gran duelo de la política francesa. Con profusión de insultos mutuos, Tapie y Le Pen acaban de anunciar su candidatura a la presidencia de la región meridional Provenza-Alpes-Costa Azul, la segunda de Francia. Las elecciones se celebrarán en marzo, y Tapie defenderá los colores del mitterrandismo.Le Pen está eufórico. El pasado lunes declaró a Le Figaro que sus posibilidades de acceder a la presidencia de Francia son, "más grandes que nunca". Pero antes que nada, el líder del Frente Nacional quiere confirmar su hegemonía en la Costa Azul. La huida a Uruguay de Jacques Medecin, el corrupto ex alcalde de Niza, convierte al Frente Nacional en la primera fuerza política de la zona. Le Pen aspira a ganar allí las elecciones y, después, alcanzar la presidencia de la región Provenza-Alpes-Costa Azul.

"Es normal", dice Le Pen, "que el almirante coloque su estandarte de guerra en el navío más importante de su flota". Al almirante no se le escapa el alto contenido simbólico de la posición geográfica de Niza. "Este departamento", dice, "está en primera línea frente al Sur y el Tercer Mundo, de donde cabe esperar la llegada de nuevas invasiones extranjeras".

Para los ultraderechistas, conquistar la segunda región francesa es un objetivo primordial. Así, afirma que el Frente Nacional "podrá probar su capacidad para dirigir una gran colectividad territorial y demostrará que está listo para gobernar Francia entera". En las elecciones presidenciales de 1988, Le Pen obtuvo en esa región el 24,23% de los votos.

Tapie, el empresario surgido de la nada, el héroe nacional que compró Adidas a los alemanes y ha convertido al Olimpic de Marsella en uno de los mejores equipos de Europa, se ha declarado voluntario para hacer frente al huracán ultraderechista. Tapie competirá con Le Pen por la presidencia de Provenza-Alpes-Costa Azul. Sus colores serán los de la mayoría presidencial, es decir, los socialistas, comunistas e independientes que apoyan a Mitterrand.

"No puedo consentir", afirma Tapie, "que Le Pen se apodere de esta región de Francia y se convierta en uno de los 10 principales personajes del país". Tapie ha comenzado la campaña a su estilo: hablando de dinero. "¿Qué inversor se instalará en una región dirigida por la extrema derecha? ¿Cuál será el valor de los apartamentos?", se pregunta. Le Pen responde afirmando que Tapie es "un payaso de la política".