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Los colegiados acusan a los jugadores de desconocer el actual reglamento

La expulsión del portero del Burgos Elduayen al cometer penalti sobre Manolo cuando éste se disponía a marcar en el partido que su equipo disputó el domingo ante el Atlético ha levantado polémica. Jugadores y entrenadores cuestionan esta norma por injusta. El guardameta del Madrid Buyo la calificó de "una tontería". Algunos árbitros se sorprenden de la confusión. "Lleva en vigor 14 meses, lo que demuestra el desconocimiento que algunos jugadores y entrenadores tienen del reglamento", aseguró Manuel Díaz Vega. Pero los guardametas expulsados el año pasado en Primera División siempre lo fueron por faltas fuera del área. El Barcelona prepara un informe para la FIFA con todas las críticas.

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Castigar al portero

El presidente de los árbitros, Pedro Sánchez Sanz, se sorprendió ayer por la confusión originada con la norma. Insistió en que ya estuvo en vigor la pasada temporada. Pero los porteros expulsados en ella (Agustín, en el Tenerife-Barcelona arbitrado por Andújar Oliver; Roberto, en el Castellón-Osasuna, por Martín Navarrete; Ochotorena, en el Real Madrid-Valencia, por Urízar Azpitarte, y Monchi en el Barcelona-Sevilla, por Marín López) lo fueron por acciones antirreglamentarias cometidas fuera del área.El árbitro del Atlético de Madrid-Burgos, Gracia Redondo, dijo ayer: "Vi la jugada de Elduayen con claridad y, según establece el reglamento, no dudé en expulsarle. La pasada temporada, en Segunda División, ya eché a dos porteros por este motivo".

No obstante, en el número 7 del Boletín de la FIFA, del mes de julio, se han ampliado los detalles sobre la correcta aplicación de la norma.

En otro partido de la primera jornada, el Athletic- Sevilla, Díaz Vega sancionó un penalti cometido por el portero vasco Kike, pero no lo expulsó. "No se trató de una oportunidad manifiesta de marcar, porque había dos jugadores ante la portería", explicó el colegiado.

Disparidad de criterios

El presidente de los árbitros cree que la pasada temporada pudo incurrirse en una disparidad de criterios sobre jugadas como la protagonizada por Elduayen. "En agosto último, nos reunimos los colegiados en Vitoria y quedó clara esta clase de acciones. De todos modos, el vídeo de la de Elduayen va a ser observado en cónclave por los dirigentes arbítrales", comentó Sánchez San, quien ha pedido a todos los colegios territoriales que se ofrezcan a sus clubes para aclararlas.

Por último, Sánchez Sanz no descarta una inmediata convocatoria a los árbitros para insistir en la unificación de criterios sobre las normas reglamentarias que suscitan más situaciones dudosas. "Tengo la intención de invitar a estas reuniones a los entrenadores y a los capitanes de los equipos", manifestó.

El presidente del Barcelona, Josep Lluís Núñez, integrante de la Comisión de Fútbol 2000 de la FIFA, se ha manifestado contrario al nuevo enfoque de la norma, ya que "favorece a los equipos que se cierran atrás". El Barça elabora un informe al respecto.

Por su parte, el entrenador barcelonista, Johan Cruyff, ha dicho: "Los nuevos reglamentos sólo perjudican a los equipos ofensivos. Compadezco a los árbitros, porque les van a fusilar: serán kamikazes".

Castigar al portero

El espíritu del nuevo reglamento es castigar al portero que, en el mano a mano con el rival, opta por ir al bulto en lugar de ir a por el balón. Aunque la rapidez y la habilidad de Manolo le vencieron, Elduayen parecía buscar la pelota en una entrada que si la hubiese realizado un defensa habría sido penalti, pero no expulsión.Dos casos ocurridos durante el fin de semana sirven para ilustrar el tema. En la Bundesliga, el Hansa Rostock, líder y rival en la Copa de Europa del Barcelona, empató en el minuto 71 un partido que perdía por 2-1 frente al Bayer Leverkusen. Nueve minutos después, su portero Damel Hoffmann fue expulsado por derribar al delantero rival Heiko Herrlich. En lugar de lanzarse a por la victoria, el Hansa, con los dos cambios realizados, sobrevivió con el defensa März en los palos.

El minuto 23 del partido Southampton-Aston Villa de la Liga inglesa arrojó otro caso inquietante. El portero local, Tim Flowers, salió de su área y, consciente de que el uso de las manos le ganaría la roja, despejó el balón con un tremendo puntapié. Por desgracia para los dos, dio en la cabeza del delantero del Aston Villa Tony Daley y, de rebote, golpeó fuerte contra el pecho de Flowers. Éste, con los eternos reflejos del guardameta, agarró la pelota con las manos. Con un gesto de horror, Flowers se dio cuenta de la enormidad de su crimen instintivo.

Su juez se llamaba Keith Burge, árbitro internacional que lleva el distintivo de la FIFA sobre el pecho. El galés decretó una falta, pero no tomó medidas contra Flowers. "Decidí que la expulsión hubiera sido un castigo excesivo por una reacción instintiva".

Gordon Taylor, presidente de la Asociación de Futbolistas inglesa, defiende a Burge: "Hoy día, los árbitros no saben dirigir la orquesta. Sólo dirigir el tráfico"

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