El Atlético abandona el conservadurismo
El Atlético ha invertido sus poderes. Aunque permanece el bloque de la temporada anterior es un conjunto completamente distinto, que fundamenta su juego en la ofensiva en lugar de en la destrucción. Con Ivic, la esencia del equipo se basaba en un respaldo de una sólida defensa, inexistente ahora ante un Soler, lento en el repliegue y manso en el corte. La barrera atlética tiene ahora un filtro. Ello fuerza la multiplicación de Solozábal y provoca la descolocación de sus compañeros de línea. El Sevilla conocía la debilidad de su rival y basó su estrategia ofensiva en ella.Pero la apuesta de Luis se apoya en el ataque. El resultado fue, pese a la habilidad sevillista en cerrar espacios, la reproducción constante de ocasiones de gol, que sin embargo no se concretaron antes del descanso por la ausencia de un rematador. La magia de Bernard Schuster a balón parado niveló el encuentro y la suerte de los penaltis decidió al final.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.