Lewis no quiso saltar en Sestrieres y Bubka ni siquiera pudo ganar

La célebre reunión internacional de atletismo de Sestrieres (Italia) fue un fiasco en esta oportunidad. Las pésimas condiciones climatológicas, con frío, viento y lluvia, impidieron que los velocistas y los saltadores lograsen esas buenas marcas que se esperaban dada la altitud de la pista, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. El estadounidense Carl Lewis se negó a intervenir en la prueba de longitud y el soviético Sergei Bubka no sólo no estableció su habitual récord mundial con la pértiga, sino que, con 5,60 metros, no pudo impedir ser batido por el húngaro Istvan Bagyula, con 5,70.Mientras que el norteamericano Mike Powell y la alemana Helke Drechsler se convirtieron en los protagonistas positivos al saltar respectivamente 8,73 metros -el excesivo viento a favor impidió la homologación de esta marca- y 7,37, el mejor registro de la temporada, Lewis y Bubka decepcionaron. El primero argumentó para justificar su renuncia a competir que el mal tiempo había hecho que se le reprodujeran ciertas molestias en la espalda y que lo oportuno era no arriesgarse. El segundo manifestó que con tres metros de ventarrón en contra era imposible conseguir, algo bueno.

Los norteamericanos Leroy Burrell, con 10,30 segundos, y Michael Johnson, con 20,50, ganaron los 100 y los 200 metros. La jamaicana Merlene Ottey, con 11,03 y 22,15, se impuso en esas mismas distancias.