Ballesteros, cuarto, y reacción de Olazábal en el Open Británico de golf
Severiano Ballesteros no mantuvo ayer el liderato en el Open Británico. El viento, la lluvia y el frío durante su caminata matinal contribuyeron a empeorar su resultado anterior: 73 golpes (+3) por 66 (4). Pero sus 139 totales (-1) no le contrariaron: "Es mejor estar donde estoy que en el primer puesto". Ahora lo ocupan Mike Harwood (Australia), Gary Hailberg (EE UU) y Andrew Oldcorn (Inglaterra), con 138. Santiago Luna flaqueó y acumuló 144 (67 y 77), pero José María Olazábal, con 141 (74 y 67), reaccionó. Sólo nueve golfistas andan bajo par en el duro Royal Birkdale.
MARTÍN NARRILLOS, Cuesta muchísimo dominar un torneo desde el principio hasta el final. En la historia del Open lo han logrado ocho jugadores, pero sólo Tom Weiskopf (EE UU) en los últimos 50 años (1973). La mayoría considera perjudicial hacerlo durante las dos o las tres primeras vueltas. La tensión es excesiva. Se antoja más oportuno permanecer bien colocado y dar el salto adelante en la definitiva. Por ego Ballesteros no se mostró disgustado pese a sus cuatro bogeys por un birdie y hasta ironizó con la concentración familiar" en la calle del hoyo 16, en la que su pelota cayó entre los arbustos y fue penalizado con un golpe al tener que cambiarla de situación para poder jugarla: "Nadie quería perderse detalle".El cántabro, que ofreció una imagen curiosa con un sombrero sobre su gorra "para conservar caliente la cabeza", reconoció que no cogió el ritmo por culpa de sus tropiezos iniciales: sendos bogeys en el 1 y el 2 y otro en el 6. "Dadas las circunstancias, mi tarjeta no ha sido un desastre. Además, es mejor estar donde estoy que en el primer puesto", concluyó.
La de Luna, que tuvo la fatalidad de comenzar con un triple bogey, sí fue terrible. El impacto le hizo despertar bruscamente de su sueño. Su propio sentido de la exigencia le forzó luego de modo contraproducente. Su irregularidad fue tal que coleccionó tres birdies, pero también cinco bogeys, un doble bogey y el ya mencionado triple bogey. Olazábal se olvidó de su humor de mil diablos ("ni nos ha dirigido la palabra", comentó su representante, Sergio Gómez). Se deshizo del "fantasma" de Sherrie Beaven, la colegiala dieciseisañera que anteayer le abrazó desnuda (el Daily Mirror fue el único periódico que publicó dos fotos suyas, aunque con su pubis tapado por una pelota y una bolsa de palos con la leyenda "fuera de límites") y que, según el Daily Telegraph, quería hacerse publicidad porque anhela ser modelo. Se dedicó, simplemente, a aplicarse. Así, sufrió, pero con provecho. Cuatro birdies (tres de ellos, en el 16, el 17 y el 18, psicológicos) compensaron con creces su bogey del 6 y le devolvieron al grupo de los aspirantes. "Todavía puedo luchar por el triunfo", afirmó.
Tan sólo Greg Norman (Australia), entre los restantes favoritos, fue capaz, con 68, de batir al campo. lan Woosnam (Gales), Tom Watson (EE UU) y Payne Stewart (EE UU) firmaron 72 y Nick Faldo (Inglaterra) 75. Pero se mantienen a la expectativa. Este Open hace honor a su condición: es un campeonato abierto. De momento, lo encabezan Harwood de 32 años, el 460 del mundo y vencedor de cuatro títulos en el circuito europeo desde 1988; Hallberg, de 33, el 1691 y ganador de tres en el norteamericano desde 1983, y Oldcom, de 31 y con su palmarés por estrenar.
Clasificación: 1º. Harwood (68 y 70), Hallberg (68 y 70) y Oldcorn (71 y 67), 138 golpes. 4º. Ballesteros (66 y 73), Grady y Elkington (Australia), O'Meara y Reld (EE UU) y Gilford. (Inglaterra), 139. 10º. James y Clark (Inglaterra), 14º. 17º. Olazábal (74 y 67) y Watson, 141. 28º. Woosnam, Norman y Langer (Alemania), 142. 39. Faldo, Strange y Trevifio (EE UU) y Romero (Argentina), 143. 54º. Luna (67 y 77), Stewart y Irwin (EE UU), 144. 67º. Nicklaus (EE UU), 145. 78º. Martín (71 y 75) 146. 87º. Rivero, 147. 98º. Jiménez, 148.
Eliminados: Cañizares, Piñero y Beamonte.
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