Los mercados siguen sin tendencia clara

Los mercados bursátiles internacionales continuaron sin definir una tendencia, limitándose los índices a fluctuar en estrechos márgenes. Los volúmenes de contratación fueron exiguos, de forma que, en el caso de Francfort, la estrechez del mercado ocasionó un descenso apreciable de las cotizaciones, pero más por una falta de órdenes compradoras que por la presión del papel. Concretamente, el índice DAX cedió un 1,12% para cerrar en 1.625.

Aparentemente, los inversores no encontraron incentivos para comprar. A este respecto, el comunicado final del G-7 tras la reunión mantenida estos tres últimos días no contuvo sorpresa alguna que pudiera alterar el clima de apatía reinante.

Los jefes de Estado de los siete países más industrializados del mundo reafirmaron su intención de, cooperando mutuamente sin realizar alusión alguna en lo referente a un supuesto acuerdo tácito para estabilizar las fluctuaciones del dólar.

En los EE UU, la noticia más destacada fue la publicación del IPC correspondiente a junio, que aumentó tal como se esperaba un 0,2%, con lo que la tasa interanual queda así situada en el 4,7%.

La tasa subyacente, es decir, la que queda tras restar los precios energéticos y de los alimentos no elaborados, fue de un 0,4%. El responsable de ello fueron los precios del tabaco, que aumentaron en un 2, 1%. Por otra parte, las construcciones nuevas o housing starts aumentaron en un 5,2%, situándose así por encima del millón de unidades.

En este contexto, la Bolsa de Nueva York hasta media sesión se mantuvo con alzas moderadas, pero cerró con leves pérdidas. El índice Dow Jones cerro a 2.978,75 puntos, con un retroceso de 5,15 puntos.