Jure Pavlic, el esloveno

V. J., Las batallas del Tour son muchas y variadas. Unas afectan al bloque del pelotón, otras a sus individualidades. Jure Pavlic, el esloveno, combate en ambas. Nacido y residente en Liubliana, donde su familia se dedica desde generaciones al negocio de la peluquería, Pavlic, de 28 años, asiste preocupado a la delicada situación que padece su país.

"El problema es gravísimo, terrible, pero era inevitable. Hubo bombardeos, tanques, una guerra civil. Cada día veo las imágenes en televisión y me alegro de que se esté normalizando todo. Un día reconocí en Liubliana , llenas de tanques, las carreteras que habitualmente utilizo para entrenarme. Tuve que apagar el televisor", comenta.

Pavlic abandonó Eslovenia una semana antes de que comenzaran los enfrentamientos armados. En cuanto concluya el Tour, partirá de nuevo hacia allí. "La situación mejorará en Eslovenia más rápidamente que en las otras repúblicas, porque el sentimiento nacionalista está muy claro. Mucho peor será en Serbia y Croacia, donde la población está muy mezclada", advirtió a EL PAÍS.

Pavlic explica con una anécdota su posición sobre la cuestión. "Muchas veces la gente me ha preguntado: '¿Cómo se dice esto o aquéllo en yugoslavo? Yo siempre contesto que en yugoslavo no tengo ni idea, pero que, si quieren, puedo decirlo en esloveno". Su análisis del conflicto ofrece una claridad de ideas asombrosa: "Soy esloveno al ciento por ciento. No tengo nada que ver con los serbios. Yugoslavia, por lo tanto, no puede seguir existiendo. Todo el mundo sabe que mi pueblo optó en noviembre por la independencia. Somos ricos, no necesitamos pertenecer a ninguna. federación. Espero que antes de que termine el Tour Eslovenia sea independiente.¿Cómo pueden pretender los serbios un acuerdo con nosotros si nos bombardean y nos envían tanques?", se interrogó, en voz alta, Pavlic.

El gregario del Carrera vivió hace pocas semanas una situación de gran valor emotivo. Fue en una carrera abierta en Salzburgo, en Austria. Consiguió su primera y única victoria de 1991. La prueba era también el campeonato de Austria. "Cuando vi al ganador, Lienhardt, colocarse el maillot pensé en cuál sería.mi reacción si intentaran colocarme el jersey- yugoslavo. Jamás lo aceptaría. Mi primera reacción sería destrozarlo", comentó.