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TOUR DE FRANCIA 1991

La situación de Bérnard

Luis Gómez

L. G., La Prensa francesa no podía dejar de hacerse eco de la situación fáctica que vive el equipo Banesto. Tres hombres de peso bien colocados en la general no es conquista frecuente, pero si uno de ellos es un corredor local con tanto predicamento como Jean François Bernard, conocido popularmente por Jeff, el interés es inevitable y la pregunta de marras también: "¿Aspira usted a ganar el Tour o seguirá siendo un gregario de Delgado e Induráin?"

Ningún diario francés eludió la polémica porque hay especialistas que coinciden en afirmar que Jeff se encuentra en un extraordinario estado de forma que hace recordar a aquel corredor que impresionó en 1987 en la contrarreloj del Mont Ventoux. "Hay quienes están empeñados en que viva obsesionado con aquella etapa", responde a diario el corredor, "pero no lo van a conseguir. Sigo mi camino y me he dado cuenta de que soportaba muy mal la condición de jefe de Filas. Ahora, en Banesto, estoy muy tranquilo. He logrado estar bien fisicamente y correr sin la presión de ser el líder. Ello me ha dado un gran beneficio".

Bernard disfrutó en 1987 de la condición de líder del Tour gracias a una actuación explosiva que hizo exclamar a muchos cronistas franceses que el ciclismo galo había encontrado de golpe al sucesor de Hinault. Pero esa ilusión duró poco tiempo y Bernard, considerado un corredor de grandes cualidades, cayó en un estruendoso declive no exento de continuas lesiones. Desde entonces se ganó varias etiquetas al uso; la de corredor polémico y caprichoso y la de hombre frágil. Incluso se especuló con su prematura retirada.

La necesidad del héroe

Pero es la necesidad de contar con un héroe local lo que impulsa a la prensa francesa a promover la candidatura de Bernard. Fignon reconoce sus miserias y los jóvenes como Dellon o Jalabert están muy lejos de los primeros puestos. No hay nadie más a mano que Bernard, nadie más cerca del líder.

¿Ayudarán Delgado e Induráin a Bernard? Es el propio Bernard quien se encarga de afrontar la cuestión para todos los diarios franceses: "No me planteo cambiar mi situación. Yo tengo un contrato moral con José Miguel Echávarri y mi obligación es trabajar para los dos líderes del equipo. Cumpliré mi contrato porque soy hombre de palabra y me sacrificaré cuando llegue el momento".

Echávarri añadió un matiz esperanzador para los franceses: "La situación no ha variado, pero no sería honesto que Bernard trabajase como un gregario cualquiera. Ni honesto ni inteligente para nuestros intereses. Nos viene bien que LeMond se deba preocupar de Bernard".

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