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TOUR 1991 DE FRANCIA

Induráin. "Veo todavía lejos el podio de París"

VICENTE JIMENEZ ENVIADO ESPECIAL, Miguel Induráin (Banesto) necesitó un par de minutos y litro y medio de agua para poder articular palabra después de 73 devastadores kilómetros. "He ido a tope, jugándomela incluso, porque no sabía si llegaría" explicó. En ese momento todavía no podía celebrarlo, pues no sabía que su tiempo iba a ser el más breve, mejor incluso que el de especialistas como Greg LeMond o Eric Breukink. Luego, con la victoria en la mano, ofreció una lección de moderada ilusión: "Afronto el futuro con optimismo, pero veo todavía lejos el podio de París".

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Induráin confesó que sufrió mucho a lo largo de la etapa, debido al viento de costado que sopló durante la misma y a los toboganes del último tramo, que se convirtieron en un suplicio para muchos corredores. "Al principio no sabía si podría llegar al final al mismo ritmo, ya que por la dureza de los últimos kilómetros era importante llegar con una reserva de energia. Este ha sido el problema de Breukink, que ha empezado muy bien, pero luego se ha hundido". Sin embargo, la intranquilidad la padeció en el hotel, después de ducharse, cuando contempló en la televisión la llegada de LeMond: "Me he puesto muy nervioso porque, de repente, le dieron ganador con un tiempo que no le correspondía. Nadie sabía qué pasaba. Cuando luego hemos visto que el ganador era yo, he respirado tranquilo".El ciclista navarro destacó la excelente labor del equipo Banesto, que colocó a sus tres mejores hombres en los puestos de cabeza de la etapa: "Perico, Bernard y yo hemos estado arriba. Eso es lo importante, mantenerse y tener opción al triunfo. De nada sirve ganar mucho tiempo un día para perderlo al siguiente". Pese a ello, consideró que el trabajo duro todavía está por llegar: "Queda toda la montaña y mucha gente del pelotón tiene que atacar. Los colombianos, por ejemplo, o el mismo Breukink, que hoy ha sufrido y sin duda tendrá unos enormes deseos de quitarse de encima la frustración. Esto no ha hecho más que empezar".

Los 2.13 minutos que separan a Induráin y Delgado -el primero es cuarto en la general y el segundo, decimosegundo- no son, para el ganador de ayer, un motivo de debate sobre quién de los dos debe asumir el liderato en el equipo Banesto: "Vuelvo a repetir que queda mucho Tour y que será la carrera la que dictaminará quién debe asumir el mando.

En mi opinión, cuando llegue la montaña, en Pau, por ejemplo, las posiciones estarán más claras. Ahora sólo puedo decir una cosa: los dos queremos ganar el Tour y tenemos posibilidades de conseguirlo". Induráin descartó la reducción de etapas de montaña como un elemento favorable para él: "A mí la montaña no me va muy bien, pero ya veremos cómo la afronto esta vez".

La montaña

El corredor de Banesto destacó la gran jornada de LeMond, aunque la encontró justificada: "El es consciente de que es en estas etapas donde tiene que arañar todo lo que pueda para alcanzar la montaña sin la necesidad de atacar. Si lo consigue, una vez allí se limitará a controlar la carrera. Es muy inteligente".

El estadounidense se mostró satisfecho con su trabajo y coincidió con Induráin en que habrá que esperar a la montaña para conocer los hombres con más posibilida de de subir al podio.

Pedro Delgado (Banesto) sintonizó con la general satisfacción: "Se trataba de no perder mucho tiempo y, en la medida de lo posible, arañar algo a los favoritos. Nuestro equipo puede darse por satisfecho en este sentido". Para el segoviano, el principal obstáculo de la etapa fue su temprana salida de meta: "Es muy difícil saber si llevas un buen ritmo o no si no tienes la referencia de los favoritos. Vas un poco a ciegas y al final se nota".

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