Emilio Casinello se perfila como sustituto de Olivencia al frente de la Expo

El actual presidente de la Sociedad Estatal para la Expo 92, el embajador Emilio Casinello, se perfila como sustituto de Manuel Otivencia como comisario general de la Exposición Universal de 1992, según fuentes socialistas. El presidente del Gobierno, Felipe González, ha apostado por el relevo al frente de la dirección de la muestra ante las fuertes discrepancias que mantienen Olivencia y el consejero delegado de la Sociedad Estatal, Jacinto Pellón.

El Gobierno tenía previsto al menos desde hace tres semanas aprobar un decreto por el que el vicepresidente, Narcís Serra, asumirá las competencias como máximo responsable de todos los acontecimientos que se desarrollarán en 1992: Exposición Universal, Juegos Olímpicos y Quinto Centenario. El Consejo de Ministros puede aprobar este decreto el próximo viernes.Esta reorganización prevé, según algunas fuentes, la destitución del comisario general , Manuel Olivencia, posibilidad que fue descartada ayer por uín portavoz de la comisaría.

La nueva restructuración vaciará de contenido a la comisaría, sobre la que recaía, al menos en teoría, la máxima autoridad del certamen. Las cuestiones de protocolo de la Expo pasarán a depender de Lluis Reverter, actual secretario general de la Presidencia, y la responsabilidad política será asumida por Serra.

La propia institución de la Oficina del Comisario quedará, según las fuentes informantes, como mera interlocutora ante el Buró Internacional de Exposiciones, que nominó a Sevilla sede de la Expo 92.

Nuevas direcciones generales

La reestructuración en el seno de la Exposición, el programa estrella del Gobierno para conmemorar el Quinto Centenario, afectará a la propia Sociedad Estatal. El consejero delegado de la Expo 92, Jacinto Pellón, había planteado la creación de tres nuevas direcciones generales para poner a punto la maquinaria organizativa antes de la inauguración del certamen. Olivencia se opuso a la creación de estas direcciones, que estarán coordinadas por Francisco Rueda, actual secretario de Planificación y mano derecha de Pellón.

Las relaciones entre Olivencia y el consejero-delegado son inexistentes desde hace unos cinco meses, hasta el punto de que Pellón amenazó con dimitir si no se llevaba a cabo esta reorganización. Tanto Pellón como Olivencia han mantenido conversaciones por separado en los últimos días con Narcís Serra.

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