El arcano indescifrable

En el mundo de la inversión está demostrado que acertar es acercarse a la verdad, y que la sabiduría del más sabio de cuantos operan en un mercado no tiene valor si se aleja de esa verdad aunque sea un milímetro. Quienes intentaron ayer con gran esfuerzo aprovechar a cualquier costo una rectificación técnica de los cambios, se apartaban de lo que debería ser a estas alturas una certeza casi absoluta: cuando el ciclo bajista se consolida no cabe pensar en rebotes momentáneos para salir selectivamente del agujero. En fases como la actual se esperan reflejos externos, como la reacción de Tokio o Wall Street -que ciertamente se produjo-, pero el riesgo de tomar posiciones bajistas sin cobertura para recuperar pérdidas puede abrir más la brecha de las pérdidas en las carteras, como ayer ocurrió en más de un caso. Los cazadores a la baja proliferan por desespero o por pura intuición de viejos zorros. En el primer caso, si no se calcula bien el punto de firmeza en el que pueda producirse el rebote, las consecuencias son nefastas. En cuanto a los segundos, la selección natural es implacablemente feroz para aquellos que no anticipen a sus decisiones el arcano bursátil más indescifrable y útil de cuantos existen: el mercado siempre va por delante.