A Pedro del Río
Pedro, te has marchado sin hacer ruido, humildemente, como tú eras, un gran actor lleno de sencillez, una excelente persona y un gran amigo de tus amigos. La mayoría de los medios de comunicación han ignorado tu muerte; para el oropel del teatro tú eras demasiado buena persona, demasiado poco divo. Yo te conocía desde hace muchos años y sé qué es lo que tú deseabas: hacer un hermoso mutis de esos que tú sabías hacer sin buscar el aplauso.Pedro, no te importe el silencio de quienes no ven en el teatro más que frivolidad o la noticia sensacionalista, tú sabes que hay muchos, muchísimos amigos tuyos que no nos ha hecho falta leer grandes y pomposos artículos necrológicos para recordar la gran persona que tú eras y el magnífico actor que hemos perdido; pero, aun así, nos duele la injusticia.-
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