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Gil no logra que Luis sustituya a Ivic en la Copa

Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, llamó ayer a su despacho al entrenador, Tomislav Ivic, para destituirle. Las diferencias de criterio entre Gil y su entrenador, unidas a un conflicto surgido con la plantilla en el vestuario tras el partido contra el Valladolid, fueron las causas detonantes de la situación. La postura inflexible de Luis Aragonés de no hacerse cargo del equipo hasta julio y un sentimiento de compasión final del presidente salvaron al yugoslavo de ser el noveno técnico destituido. Los jugadores, según Gil, le apoyan en sus críticas hacia el portugués Paulo Futre.

El presidente del Atlético observó en el partido de su equipo ante el Valladolid que la situación física y moral de la plantilla no es buena para afrontar, el jueves, la semifinal de Copa del Rey contra el Barcelona. Por eso, inició ayer su jornada de trabajo con la idea de que Luis Aragonés, con el que ha llegado a un acuerdo para la próxima temporada, se hiciera cargo del equipo, aunque en el banquillo, por problemas burocráticos, tuviera que estar el ayudante Iselín Ovejero.La intención de Gil era que Ivic presentara su dimisión. Su propósito cambió tras una reunión con el técnico y al conocer que Aragonés no está dispuesto a prestarse a sus planes. Gil se justicó: "Ivic está sufriendo mucho, pero lo del domingo desquicia a cualquiera". Gil, sin la presencia del técnico, desveló que la plantilla no quiere que Ivic siga en el club.

Pero lo cierto es que Gil hizo saber a sus colaboradores más cercanos que estaría más tranquilo si el jueves Aragonés tomaba las riendas del equipo. El presidente del Atlético prefiere el carácter ofensivo de Luis al conservador del yugoslavo. Testigos presenciales contaron que tras la derrota ante el Valladolid el técnico "sufrió un ataque de nervios e increpó a los jugadores. Sobre el incidente, el jugador Schuster, dijo: "Su reacción fue la de otros muchos domingos, en los que hizo lo mismo. Un entrenador tiene que actuar de otra manera con su equipo. Hubo jugadores que trataron de tranquilizarle, pero fue muy difícil. Estos nervios son negativos para los jugadores. Nunca he visto nada igual".

Ivic, muy decaído tras la conversación con el presidente, coincidió con él en la necesidad de recuperar la moral del equipo y eludió comentar su situación. Jesús Gil también ha tomado la decisión de controlar personalmente la preparación de su equipo. Esta tarde acudirá al entrenamiento de la plantilla y el jueves viajará a Barcelona para presenciar el partido. "Mi misión es dar tranquilidad y atajar los problemas. Por eso, voy a estar encima de la gente".

En cuanto a sus problemas con Futre, Gil se ratificó en sus críticas: "Mantengo todo lo que le dije ayer [por el domingo]. No tengo más que hablar con él. Ha tratado de responder a mi confianza con tácticas sibilinas. He aguantado demasiado. Los jugadores están contentos porque están hartos de señoritos privilegiados que no meten la pierna. No sé si jugará en Barcelona". Luego, el presidente rojiblanco, a modo de provocación, indicó: "SI es hombre debería dejarme mal y contestarme en el campo, haciendo un partidazo".

Críticas del padre de Futre

Futre permaneció ayer todo el día recluido en su casa. Su padre informó: "No quiere hacer declaraciones. Está deprimido". Pero él, sí dio su opinión: "Con éste presidente no se gana la Liga. Desde que mi hijo apoyó a Juan Carlos va a por él descaradamente. Claro que estaba enfermo el domingo. Pero, si no quiso que le viera el doctor González es porque es un chivato".

El Atlético, por otro lado, ha convocado esta tarde una conferencia de prensa calificada de "sorpresa" por el club. Se baraja que Gil anuncie el traspaso de Futre al París Saint-Germain, ya que hoy espera hoy la visita de un representante del club francés para tratar ese asunto. Gil ha insistido en los últimos días en la contratación del ex madridista, Martín Vázquez, jugador del conjunto italiano del Torino desde la pasada temporada.

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