Un campamento de dos ruedas

Desde primeras horas de la mañana de ayer, la N-I empezó a registrar un numero inusitado de motoristas que iban al circuito del Jarama, cuyos alrededores se han convertido en un improvisado campamento con motivo del Gran Premio de Europa de motociclismo, que se disputa hoy y que ha congregado a miles de aficionados.

El amor al motociclismo ha permitido a miles de aficionados disfrutar del fin de semana bajo un sol de justicia, sin agua corriente, teléfonos, ni duchas, en una especie de "concentración motera".Centenares de tiendas se apiñaban en los 80.000 metros cuadrados habilitados como cámping, formando un poblado itinerante al que unos habían llegado en coche y otros muchos en moto.

"Hay un conocido nuestro de Valencia que ha venido desde allí en una Mobilette", decía un campista. El intrépido valenciano citado no aparecía aunque sus compadres estaban convencidos de que "acabó el viaje bien". Gran parte de la afición procede de Valencia. Así lo atestiguan las numerosas matrículas con una V y el acento de muchos de los campistas.

Tres años sin Mundial

Hace tres años que el mundial del motociclismo no ha visitado el Jarama, lo que ha acrecentado el interés. "Es la primera vez que acudimos al Jarama, pero no será la última aunque nos parece que el circuito de Jerez está mejor acondicionado", aseguran unos amigos, valencianos, cómo no, que preparan la merienda en una barbacoa. "Aunque ya podían señalizar esto mejor y acondicionarlo un poco", añade. Un portavoz del Real Autonmóvil Club de España (RACE) asegura que "ha sido una tarea de locos porque ha habido que montar en menos de tres semanas". El presupuesto global de este gran premio es de 200 millones de pesetas.