"¡Vamos!, ¡Vamos!"
El "¡Vamos!, ¡Vamos!" se ha convertido en el grito de guerra de Arantxa Sánchez Vicario desde que lo repitió hasta la extenuación en la famosa final de 1989 ante Steffi Graf. Arantxa lo sigue empleando, pero su fama se ha extendido de tal manera que todos sus seguidores lo utilizan para animarla.Así, en París se ha podido ver a la Infanta Cristina exclamando con energía el "¡Vamos!, ¡Vamos!". Marisa Vicario, la madre de Arantxa, se pasa todo el partido gritándole a su hija "¡Vamos!, ¡Vamos!". Pero la fama del grito no se ha limitado únicamente al entorno de Arantxa. El pasado miércoles, en un partido de cuartos de final de dobles, las gradas, repletas de niños, corearon con acento francés el ya clásico "¡Vamos!, ¡Vamos!" de Arantxa.
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