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El actual 'aparato' del CDS, quiere que Adolfo Suárez sea candidato, en las elecciones de 1993

Anabel Díez

La mayor parte de los dirigentes del CDS consideran que no pueden prescindir de su ex presidente, Adolfo Suárez, como cartel electoral para los comicios de 1993, aunque creen que ha llegado el momento de que un nuevo equipo se haga cargo de la ejecutiva. Ésta es una de las impresiones que anoche se, extrajo de la reunión del comité nacional centrista celebrado sin la presencia, al parecer deliberada, de Suárez para permitir que cada cual expusiese con libertad su análisis sobre las causas de su declive y las ideas para preparar el congreso extraordinario que se celebrará a finales de septiembre.

La reunión del Comité Nacional del CDS, que se prolongó, hasta pasada la medianoche, tuvo un tono "constructivo", según la versión de distintos asistentes, que destacaron el que tanto dirigentes nacionales como regionales entonaron su particular mea culpa como corresponsables del desastre electoral. Tuvieron cuidado en no apuntar hacia Adolfo Suárez las causas de todos los males, sino que la reflexión de muchos dirigentes es que, al menos para las elecciones de 1993, Suárez debe ser el candidato. Esta reflexión se justifica ante la creencia de que la mayor parte de los votos de este partido lo son por la presencia del ex presidente del Gobierno.Otra cuestión es la de quién se hará cargo de la dirección del partido después del congreso extraordinario del próximo septiembre y quiénes ejecutarán y diseñarán la política que permita rectificar los errores cometidos. Un largo rosario de posibles causas fueron expuestas ayer por unos y otros e incluyen la maldad tanto del PSOE, en un primer momento, como del PP, después, al intentar apoderarse de sus gentes y de su espacio.

Identidad propia

Los centristas se acusa ron ayer de no haber sido capaces de explicar cuál es el tipo de política que pretendían hacer ni tampoco de convencer de la importancia de un partido que pueda ejercer de árbitro entre los socialistas y los conservadores. En un primer momento aparecieron como entregados a la derecha y después como apéndice de los socialistas.

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A partir de ahora, aunque los centristas parece que reafirmarán su estrategia de partido bisagra, cuidarán mucho más las formas de tal manera que pueda percibirse una identidad propia.

Lo cierto es que anoche, en casi seis horas de debate, se habló extensamente de política y no hubo mención a nombres propios, ya que la aparicion días atrás de posibles sucesores a Suárez ha servido como revulsivo de manera que los citados se han apresurado a rechazar el puesto y todos hablan de equipos colegiados.

La impresión que extrajeron distintos parlamentarios de que el secretario general, José Ramón Caso, aspiraba a suceder a Suárez en el liderazgo del CDS fue inmediatamente desautorizada por el propio, Caso y después de que en distintas federaciones regionales se considerara absolutamente desacertada esa opción. No obstante, la solución, final se presenta difícil, ya que existe un importante resquemor respecto a todos los dirigentes que han ido saliendo a la palestra y toda vez que el actual aparato tacha de "locura" tratar de fabricar un nuevo líder para 1993.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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