El equipo de Suárez intenta frenar la desbandada de militantes

El equipo que ha rodeado en los dos últimos años al presidente del CDS, Adolfo Suárez, trata de evitar la desbandada de su partido hacia otras formaciones para llegar al congreso extraordinario de septiembre con efectivos humanos suficientes para refundar al CDS. Por el momento nadie se atreve a hablar de un candidato a la sucesión. El ex ministro Íñigo Cavero, declaró ayer a Efe que había pedido la baja en el partido el pasado 16 de mayo y que no había decidido aún su ingreso en el PP. Pocas horas después de que dimitiera Adolfo Suárez, también lo hizo el presidente del CDS en Cataluña, Xavier Latorre, que será sustituido por el hasta ahora secretario general Juan Martín Toribio. Latorre aseguró que seguiría en el partido y en su cargo de diputado en el Parlamento catalán.El presidente del partido en Extremadura, Tomás Martín Tamayo, anunció su renuncia como miembro del Comité Nacional. También el presidente provincial en Almería, Joaquín Fernández Palacios, ha presentado su dimisión a causa de los resultados.

La autocrítica y la reflexión respecto a todos los fallos cometidos serán la base del trabajo del equipo directivo, con José Ramón Caso a la cabeza. Los miembros del equipo justificaron ayer la dimisión de dirigentes provinciales, a imitación del propio Suárez, por los malos resultados electorales. La sensación que ayer trataron de transmitir los dirigentes nacionales del CDS era la de tranquilidad dentro del trauma que ha producido la súbita dimisión de Adolfo Suárez, que fue conocida por estos dirigentes inmediatamente después de que se conocieran los primeros sondeos periodísticos pasadas las 20.00.

Tanto José Ramón Caso, como el secretario de organización, Rafael Martínez Campillo y el portavoz nacional, Antonio Fernández Teixidó, estuvieron ayer en permanente contacto con las direcciones provinciales para apreciar el ánimo del partido. La conclusión optimista expresada por Fernández Teixidó fue que "existe la voluntad de pelear políticamente y en absoluto se piensa en la rendición". Fernández Teixidó añadió: "La situación del partido es ahora lo suficientemente complicada como para que nuestros compañeros no actúen con precipitación y cada uno asuma su responsabilidad".

Relanzamiento parlamentario

Entre los objetivos inmediatos del partido, sus dirigentes contemplan un relanzamiento del grupo parlamentario en el Congreso y una coordinación de los cargos electos en las elecciones del pasado domingo.

La propia dimisión de Suárez ha sido acogida de distinta manera entre los dirigentes regionales y en algunas personalidades de ámbito nacional. Así, para algunos su dimisión supone un alivio, al considerarle culpable de los errores en los que ha incurrido el CDS en los últimos años, que empezaron con distintas mociones de censura del PSOE en unión con el PP. Felipe González expresó ayer su opinión respecto a la dimisión del presidente centrista: "Es un gesto, el asumir las responsabilidades de la dirección de un partido, que me parece loable. Es lo que puede hacer un dirigente político en esa situación", afirmó el presidente del Gobierno a Efe.

Además de errores políticos de grueso calado hay reproches hacia Suárez por la forma en la que ha conducido el partido, caracterizada por el personalismo y la escasa democracia interna, por no señalar el sempiterno reproche respecto a sus silencios.

Por otro lado, algunos dirigentes consideran que el propio Suárez, una vez que reconozca los errores, encabece la refundación de esta formación al estimar que de cara al electorado sigue teniendo especial atractivo.