Indefinición y bajo volumen

Wall Street cerró sus puertas en la jornada de ayer por ser fiesta en Estados Unidos y, de no ser por ese detalle, cualquiera habría pensado que los resultados de las, elecciones locales españolas influyeron decisivamente en la actividad inversora. Aunque los cambios políticos no gustan nada en los mercados de valores, resulta más lógico achacar la inactividad de la Bolsa a las previsiones de la OCDE, sobre todo en lo que respecta a la economía norteamericana, para la que, se pronostica un crecimiento negativo, mantenimiento de altas tasas de inflación y aumento del desempleo, datos a los que la Bolsa no debería permanecer ajena.El volumen negociado se mantuvo bajo mínimos a lo largo de toda la mañana de ayer, con un solo valor, Telefónica, que registró una contratación superior a los 200.000 títulos.

A partir del mediodía el mercado perdió ese agarrotamiento y contrató con algo más de fluidez, pero sin llegar a convencer a nadie de sus posibilidades inmediatas. Para los próximos días, con análisis más tranquilos de la situación interna y j a referencia obligada de Wall Strect, se espera que las cosas estén más claras, aunque prácticamente ningún analista era ayer capaz de aventurar pronósticos. El índice de la Bolsa de Madrid perdió al cierre cuatro centésimas.